Secretos de palacio
Rainiero III quería que su hija Carolina ascendiera al trono de Mónaco en lugar de Alberto
Padre e hijo tenían "relaciones difíciles", según han revelado los periodistas Gérard Davet y Fabrice Lhomme.
Los periodistas Gérard Davet y Fabrice Lhomme han publicado en el periódico francés "Le Monde" una investigación sobre la familia principesca monegasca que revela la reticencia de Rainiero III a ver a su hijo Alberto de Mónaco liderar la Roca. Después de los Bettencourt, Nicolas Sarkozy o François Hollande, esta vez han centrado su atención en la familia real monegasca. Desde siempre, Rainiero III tuvo una "relación difícil" con su hijo, el príncipe Alberto, por lo que su hija mayor, Carolina, era su principal candidata al trono de Mónaco.
El heredero fue considerado durante mucho tiempo "el despreciado del clan, el cuarentón que pierde sus medios delante de su padre". Rainiero III, al considerar que "no estaba a la altura" de sucederlo, habría considerado ceder el trono a la princesa Carolina, según confirmaba a "Le Monde" Claude Palmero, exadministrador de bienes de Alberto II, hasta el 6 de junio de 2023, así como el abogado Thierry Lacoste, también caído en desgracia.
El soberano, fallecido el 6 de abril de 2005, habría solicitado un dictamen jurídico sobre el tema. Lo prueba una carta citada por el diario, fechada el 10 de diciembre de 2001 y firmada por Patrice Davost, entonces director de los servicios judiciales de Mónaco. Con esta misiva, Rainiero III hubiera querido asegurarse, en caso de que la princesa Carolina le sucediera, algún día podría pasar el testigo a su hijo mayor, Andrea Casiraghi. Contactado por "Le Monde", Patrice Davost confirmó que había "realizado una investigación discreta para saber si Andrea podría heredar el trono". ¿Qué pasó después? El misterio sigue sin resolverse porque, tras la muerte de Rainiero III, fue Alberto II quien ascendió al trono monegasco.
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