Fórmula 1

La reina Máxima de Holanda desata la locura con estas palabras en español

En el Gran Premio de Zandvoort, la argentina más real volvió a robar el protagonismo: entre Max Verstappen, Franco Colapinto y un guiño a sus raíces, Máxima volvió a demostrar que su espontaneidad es su mejor joya

Zandvoort (Netherlands), 31/08/2025.- Dutch Queen Maxima (R) and Princess Ariane (L) before the Formula One Dutch Grand Prix race at Zandvoort Circuit in Zandvoort, the Netherlands, 31 August 2025. (Fórmula Uno, Países Bajos; Holanda) EFE/EPA/SANDER KONING
Formula One Dutch Grand Prix - RaceSANDER KONINGAgencia EFE

Los rugidos de los motores llenaban el aire del circuito de Zandvoort, convertido el pasado fin de semana en el epicentro de la Fórmula 1. Sin embargo, entre podios, cronómetros y banderas a cuadros, hubo un instante capaz de eclipsar al mismísimo Max Verstappen: unas breves, pero jugosas, declaraciones de la reina Máxima de Holanda… en español.

El periodista de DAZN España Tomás Slafer consiguió detener unos segundos a la consorte de Guillermo Alejandro en plena vorágine deportiva. Y lo que parecía una pregunta rutinaria sobre favoritismos entre pilotos terminó desatando la fascinación en redes sociales. Porque Máxima, que jamás olvida sus raíces porteñas, respondió con la naturalidad de quien habla para casa: "Bueno, mire, soy reina de Holanda, así que bueno… pero les deseo lo mejor a los dos".

El dilema no era menor: por un lado, competía Verstappen, ídolo indiscutible en Países Bajos; por otro, Franco Colapinto, joven promesa argentina que despierta orgullo en su tierra natal. Máxima, con diplomacia milimétrica, dejó claro su apoyo al campeón neerlandés, pero sin olvidar su origen latinoamericano. Y, con un toque maternal, cerró su intervención con un deseo universal: «que no haya accidentes».

El encanto de lo imperfecto

Lo que terminó de conquistar a la audiencia fue el detalle de pronunciar un espontáneo «haiga» en lugar del más académico «haya». Una minucia que, lejos de empañar su intervención, multiplicó la ternura y cercanía de la reina. Porque Máxima no es solo la elegante embajadora de la Casa de Orange: es también la mujer que habla sin filtro, la que convierte un lapsus en meme entrañable y la que, a cada gesto, recuerda que sigue siendo argentina.

Fiel a su estilo, la reina apostó por un estilismo que aunaba sobriedad y sofisticación. Eligió un conjunto en tonos beige, con camiseta de punto lisa y la falda "Dracus" de la firma helena Zeus+Δione, la misma tierra donde pasó recientemente unas polémicas vacaciones familiares. Lo combinó con sandalias de cuero nude de "Gianvito Rossi", un bolso geométrico de "Marina Raphael" y unos imponentes pendientes de "Jar Jewelry", piezas que transformaron la discreción en un manifiesto de elegancia.

Menos exuberante que en otras ocasiones, su apuesta confirmó una de las constantes de su armario: dar el protagonismo absoluto a los complementos, siempre originales, siempre inesperados.

Una reina cercana, incluso en la F1

En apenas unos segundos, Máxima consiguió lo que parece imposible: robar el protagonismo al campeón mundial de Fórmula 1 en su propio terreno. Lo hizo hablando en español, con acento argentino y un toque de humor involuntario. Y lo que podría haber sido un gesto menor se convirtió en viral. Porque al final, si algo define a la reina de los Países Bajos, es esa capacidad única de mezclar majestuosidad con espontaneidad. Y eso, en pleno circuito, vale más que cualquier bandera a cuadros.