La Reina Sofía, anfitriona en la cumbre royal de Motril

La localidad granadina de Motril se convirtió este lunes en el escenario de una cumbre royal que congregó en Villa Astrida a cerca de 200 invitados para conmemorar el trigésimo aniversario del fallecimiento del rey Balduino de Bélgica, que perdió la vida el 31 de julio de 1993 en la residencia en la que pasaba sus vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa. Entre los asistentes se encontraban su sobrino Felipe, el actual monarca, al que acompañó su hija, Eleonore, la princesa Margarita de Luxemburgo y otros familiares del difunto soberano, además de Doña Sofía, que presidió el homenaje en representación de la Casa Real española.

La madre de Felipe VI quiso reconocer así el importante legado histórico de Balduino de Bélgica en Motril, la ciudad en la que disfrutó de su tiempo libre hasta el día de su muerte, que se produjo mientras descansaba en la terraza de la finca. El homenaje concluyó con la inauguración oficial de un museo en Villa Astrida dedicado al difunto monarca y a su esposa Fabiola, que también falleció en diciembre de 2014. La exposición, una iniciativa de la Fundación Ineis, permitirá por primera vez visitar la que fue la residencia de verano de los monarcas y pretende mostrar su lado más humano y familiar. "Durante estos treinta años los motrileños hemos visto cómo muchas personas, fundamentalmente belgas, se acercaban a la puerta de Villa Astrida para conocer por fuera el lugar donde residía su monarca en las épocas de descanso y donde murió. Ahora podrán conocer de cerca cómo fue Balduino I. El hecho de que la Fundación tenga esa generosidad hacia la ciudad de abrir parte de la finca pone en valor la figura de Balduino, lo que supuso para Motril, además de ser un revulsivo turístico porque serán muchos los que se acerquen para conocer esos detalles más íntimos del monarca belga", comentó Luisa García Chamorro, alcaldesa de la localidad. La galería expondrá objetos personales de Balduino y Fabiola, como la silla en la que falleció el otrora soberano, además de otros recuerdos y enseres que permitirán conocer a fondo a los que fueron reyes de Bélgica.

La inauguración del museo fue solo el colofón final de una serie de actos que se han llevado a cabo en Motril para honrar la memoria de Balduino, muy querido en la ciudad por elegirla como su lugar preferido para veranear. El domingo por la mañana tuvo lugar una misa abierta en Villa Astrida presidida por la imagen de la Virgen del Carmen, por la que el monarca sentía especial devoción, que procesionó desde la finca, de 26.000 metros cuadrados, hasta la iglesia de Santa Josefina de Bakhita. El mismo día por la tarde se celebró un concierto de música sacra en los jardines de la residencia, al que acudió Leticia Ruiz de Ojeda Silva, presidenta de la Fundación Ineis y sobrina nieta de Balduino y Fabiola.

Por su parte, la Casa Real de Bélgica conmemoró el aniversario de la muerte del monarca abriendo al público la Cripta Real, donde reposan los restos mortales de los reyes y otros miembros de la familia real. Además, en las redes sociales oficiales de la Corona belga se compartieron imágenes de Balduino y Fabiola que reflejaban su lado más humano, una publicación muy aplaudida por los ciudadanos belgas que todavía recuerdan al monarca como el símbolo de la unidad de su país, históricamente dividido por las diferentes lenguas y religiones.