Reunión familiar
El Rey Juan Carlos y el cónclave Borbón en Sanxenxo
Don Juan Carlos quiere a su familia cerca en Galicia. Sus hijas, su hermana y sus sobrinos son sus mejores aliados ante una nueva etapa que culminará con la jura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor
Apenas diez kilómetros en línea recta separan la isla de la Toja y Sanxenxo, dos localidades que rivalizan por el turismo de lujo de Galicia y que podrían haberse convertido en el escenario perfecto para un encuentro informal entre el Rey Felipe VI y su padre, don Juan Carlos de Borbón. Pero, como casi todos auguraban, Felipe VI evitó la ocasión que esta cercanía física le brindó el pasado jueves 28 de septiembre cuando inauguró el Foro La Toja. El reencuentro entre ambos se pospone al 31 de octubre cuando su hija, la princesa Leonor, jure la Constitución al cumplir los 18 años, un acto fundamental en la vida de la heredera al trono.
Aun así, Don Juan Carlos está disfrutando del calor de los suyos en Sanxenxo. La Infanta Margarita de Borbón, la única hermana viva del monarca no ha dudado en desplazarse hasta la localidad pontevedresa para pasar unos días con Juanito, como siempre le han llamado en familia. La hija de don Juan y doña Mercedes llegó el pasado miércoles acompañada de sus dos hijos, Alfonso y María, y su nieto Carlos, ahijado del rey. La madre de María Zurita, al igual que el resto de los Borbón y Borbón, heredó de su padre la pasión por el mar y, aunque por motivos obvios nunca pudo competir, siempre que surge la ocasión de hacerse al mar, es la primera en embarcar. Ni la ceguera ni su escasa movilidad le han impedido subirse a la neumática del Real Club Náutico de Sanxenxo para hacer unas cuantas millas náuticas en las Rías Baixas. A su edad pocas cosas le hacen más feliz que navegar con su hermano a quién no tiene muchas ocasiones de ver desde su exilio en Abu Dabi lo que explica su emoción al pasar unos días a su lado.
La última vez que se vieron fue hace un año, en octubre de 2022, cuando la duquesa de Soria y su esposo, el doctor Zurita, viajaron a Emiratos Árabes acompañados de su hija María y su nieto. No será la única Borbón que espera verle alzar el próximo domingo la 8ª Copa del Rey Juan Carlos I a bordo del Bribón. También se espera la presencia de las Infantas Elena y Cristina, la primera llegó el viernes y la segunda lo hará, previsiblemente, antes de que comience la regata, el viernes por la noche o el sábado por la mañana. Todas quieren arroparle y aprovechar su estancia en Galicia para disfrutar de su compañía por lo que los veremos siguiendo su estela en el barco de apoyo durante las regatas, paseando por el puerto y recibiéndole en el pantalán. La familia que navega unida permanece unida.
Normalmente, Don Juan Carlos suele estar cansado después de las largas jornadas marineras por lo que no suele salir a cenar. Sin embargo, el jueves por la noche hizo una excepción y decidió desplazarse hasta la localidad de O Grove, al recoleto restaurante D´Berto, una marisquería muy cercana al puente que une esta localidad con la isla donde unas horas antes su hijo Felipe inauguraba el Foro La Toja. Cenaron pronto, antes de las nueve de la noche, y tras degustar marisco y pescados de la ría, regresaron a Sanxenxo al filo de la medianoche. Desde su exilio, es la primera vez que sale de la residencia de Pedro Campos para disfrutar de la gastronomía gallega, como un turista más. Según algunas fuentes, la elección del restaurante tenía un objetivo: facilitar un breve encuentro con Felipe VI. Sin embargo, según ha relatado Mariángel Alcázar, el Rey llamó a su padre para decirle que, finalmente, «no podría ser».
Un rey y tres infantas
La competición se ha convertido en un acontecimiento extraordinario que ha posibilitado que tres Infantas de España y un Rey se alojen juntos, por primera vez, en el chalé de Pedro Campos. El presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo ha desalojado su casa para que sus «reales» invitados puedan estar lo más cómodos posible en una vivienda que, pese a su espléndida situación, no tiene la amplitud ni las comodidades a las que están acostumbrados los Borbones. Por suerte, las altas temperaturas que se están registrando estos días en el norte de España, les permitirán disfrutar del fantástico jardín a orillas del mar de la casa de Pedro Campos. Allí pasarán la mayor parte del tiempo y tendrán lugar los almuerzos familiares.
Para adecuar la vivienda a las necesidades especiales de la reunión familiar se han realizado algunos arreglos. Así lo aseguran los reporteros apostados a sus puertas que dan fe de lo que allí acontece. Varios operarios han entrado al interior de la vivienda en los últimos días para hacer trabajos de fontanería y dado que el Rey Juan Carlos ya se encontraba en su interior, los escoltas les han requisado sus teléfonos móviles mientras realizaban el trabajo para evitar que se filtre ninguna imagen.
La casa dispone de varias plantas, comunicadas por ascensor, en la que vive de manera permanente una de las hijas de Pedro Campos. Eso no impide que, cuando se aloja el patrón del Bribón, su hija se traslade a otro lugar para su comodidad e intimidad. En esta ocasión, con la presencia de la Infanta Margarita en casa, el matrimonio Campos ha tenido que cederles también su habitación, algo que hace encantado pero que evidencia la necesidad de buscar un alojamiento más apropiado para el Rey Juan Carlos. Tal y como ha expresado a su círculo en más de una ocasión, su intención es ir prolongando poco a poco sus estancias en Galicia. Más visitas y más largas, a medida que la «normalidad» de su presencia en nuestro país se asiente, pero siempre ajustándose al calendario de regatas de la clase 6M-de mayo a noviembre-, especialidad en la que es campeón del mundo.
El encuentro real
El pasado jueves, sorprendían las declaraciones de Don Juan Carlos a los periodistas que cubren su estancia en Sanxenxo, quien aseguraba que «seguramente» vería a su hijo Felipe en Galicia. Sin embargo, tras concluir el acto, Felipe VI volaba rumbo a Madrid sin hacer parada en la casa de Pedro Campos. El encuentro con su hijo no se producirá hasta el 31 de octubre en la capital de España con ocasión del cumpleaños y la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias. La reunión tendrá lugar tras los muros del Palacio Real ya que a los actos oficiales en las Cortes y la posterior recepción a las autoridades que se celebrará en el Palacio Real, solo acudirán los Reyes de España y la Reina Sofía, miembro activo de la Corona.
La agenda oficial está detallada al milímetro, no así la privada: tras la sesión plenaria en las Cortes en la que jurará la Constitución, la heredera al Trono y los Reyes se desplazarán al Palacio Real de Madrid donde la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, recibirá el collar de la Orden de Carlos III en presencia de los poderes del Estado a los que los Reyes ofrecerán un almuerzo. Una vez que las autoridades abandonen el palacio, tendrá lugar la celebración familiar en la intimidad.
Está previsto que acuda toda la familia, salvo bajas de última hora por motivos de peso: los cuatro abuelos de la Princesa de Asturias, su querida hermana Sofía, sus tías por parte paterna y Telma Ortiz, la princesa Irene de Grecia, que siempre está presente en su vida de manera casi invisible para la opinión pública, y la mayoría de sus primos, a excepción de Froilán, quién debido a sus compromisos laborales es poco probable que se traslade desde Dubai, máxime al ser un día laborable y estar ocupado con el lanzamiento de la Cumbre del Clima. La última vez que hay constancia gráfica de una reunión de todos los Borbón y los Ortiz fue en la Primera Comunión de la princesa Leonor en mayo de 2015, que tuvo lugar un año después de la abdicación de Don Juan Carlos. En esta histórica ocasión, en la que vuelve a reunirse toda la familia, aún se desconoce si Zarzuela facilitará imágenes del evento «privado».
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