Deterioro
La salud de Irene de Grecia preocupa a la Casa Real y obliga a Doña Sofía a cambiar sus planes de verano
La madre de Felipe VI renuncia, por primera vez en años, a su tradicional estancia en Mallorca con los Reyes y sus nietas, para estar junto a la "tía Pecu", como cariñosamente la llaman
La Reina Sofía ha roto con una de sus tradiciones más inquebrantables: no ha viajado este verano a Mallorca, destino habitual para reunirse con el Rey Felipe VI, la Reina Letizia y sus nietas, Leonor y Sofía, durante las vacaciones estivales. El motivo no es otro que el frágil estado de salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia, cuyo deterioro en los últimos días ha encendido todas las alarmas en el entorno de la familia real. Según ha informado la revista "Semana", Doña Sofía ha optado por permanecer a su lado, avivando las especulaciones sobre un posible desplazamiento a Grecia para acompañarla.
Aunque siempre ha mantenido un perfil discreto, Irene de Grecia -a la que cariñosamente apodan "Tía Pecu"- ha sido un pilar constante en la vida de Doña Sofía, hasta el punto de residir en el Palacio de la Zarzuela como su confidente más cercana. Pero la salud de la princesa lleva años generando preocupación. En 2002, enfrentó un cáncer de mama que superó con determinación, tras un duro tratamiento de quimioterapia. Más recientemente, han circulado rumores sobre un posible deterioro cognitivo -incluso se ha insinuado un diagnóstico de Alzheimer-, aunque la familia nunca lo ha confirmado.
Escasas noticias sobre su salud
La inquietud creció aún más cuando Irene fue vista públicamente en silla de ruedas. Su última aparición fue el pasado febrero, durante la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis en Atenas, donde compartió escena con Doña Sofía y la Infanta Cristina. Desde entonces, su ausencia ha sido notoria y las noticias sobre su estado, escasas.
A pesar de su bajo perfil, Irene ha dejado una profunda huella en el entorno familiar y en el ámbito cultural y benéfico. Ha sido una figura muy querida por sus sobrinos-nietos, especialmente por la princesa Leonor y la Infanta Sofía, quienes no ocultan su ternura y admiración hacia ella, como quedó patente en la cena de despedida de las vacaciones en Palma el año pasado.
En lo personal, la Princesa nunca se casó, aunque su juventud estuvo marcada por romances discretos y siempre alejados del foco público. Se la vinculó sentimentalmente con su primo Mauricio de Hesse y, más tarde, con el príncipe Miguel de Orléans. "He estado enamorada, naturalmente, pero no quiero contar ninguna historia de amor que he vivido, por discreción", confesó una vez a su biógrafa.