Regreso
Sanxenxo espera a Don Juan Carlos la semana que viene
El monarca ha pedido a su entorno que sea discreto sobre su regreso para no enturbiar más la situación política. Viajará después de las elecciones y se quedaría dos semanas
Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, aún no sabe a ciencia cierta si Don Juan Carlos de Borbón podrá participar en la Copa de España de vela que tendrá lugar el próximo fin de semana. Eso es, al menos, lo que nos asegura quien desde hace años ejerce de confidente, compañero de regatas, y anfitrión del Rey en Galicia. Y si lo sabe, de momento, calla.
A punto de coger el coche para poner rumbo a Sanxenxo, atiende nuestra llamada: «Estamos pendientes. Aún no sabemos si participará ni el día de su llegada si lo hace. Las elecciones han retrasado todo. De hecho, este año, hasta después de votar no llego a Sanxenxo. Aunque el equipo ya está organizando todo y, seguramente, el lunes el Bribón ya esté en el agua».
A una semana de que se celebre la regata clasificatoria para la Copa de España 6m, la presencia del Rey Juan Carlos, es un secreto. Aunque Pedro Campos elude la cuestión, otras fuentes bien informadas dan por hecho que, a más tardar el miércoles, podría estar en Galicia. Se pretende que su llegada se anuncie tras celebrarse las elecciones generales, de modo que su regreso a España no interfiera en el caldeado ambiente político.
¿En forma para competir?
Desde el pasado mes de abril, el bicampeón mundial de vela 6M, no ha vuelto a sentir la sal ni el viento en su rostro, pero el barco sigue imbatible. En la última regata, las condiciones climatológicas en las Rías Baixas le obligaron a ceder el timón en el campo de regatas a Jane Abascal que se alzó con el primer puesto en la clasificación.
Feliz por ver ganar a su Bribón, pero contrariado por no haber podido liderar a su tripulación, el padre de Felipe VI abandonó Galicia en su avión privado y voló a Vitoria, donde pasó dos noches en la clínica dental del doctor Eduardo Anitúa, considerado el mejor odontólogo de España. En esa misma clínica recibió la visita de otra eminencia vasca, Mikel Sánchez, traumatólogo experto en intervención articular y tratamientos innovadores con plasma o células madre. La presencia de Mikel Sánchez en la clínica del odontólogo hizo saltar algunas alarmas sobre la posibilidad de que el Rey se hubiera lesionado, algo que desmienten desde su entorno: «Don Juan Carlos fue a Vitoria para ser tratado por su dentista, nada que ver con posibles lesiones».
Sin embargo, apenas mes y medio después, el 1 de junio, veíamos por primera vez a Don Juan Carlos en silla de ruedas. La imagen se produjo durante la boda del príncipe Hussein de Jordania y Rajwa al Saif y dio la vuelta al mundo. Tras la impactante fotografía que evidenciaba los problemas de movilidad del monarca no volvimos a verle hasta que, con motivo de la graduación en Ginebra de su nieta Irene Urdangarin, apareció apoyándose en su moderno bastón, al que recurre desde hace años.
Aun así, y según los miembros de su tripulación, el Rey se plantea no solo navegar este verano sino competir al máximo nivel. «A mí me dicen que está en forma-nos dicen desde el náutico de Sanxenxo- En unos días vendrá a Sanxenxo, ya están preparando todo».
El anuncio de la participación en la regata de Juan Carlos I no se hará oficial hasta después de las elecciones. Su llegada a Sanxenxo se espera dos o tres días antes de que comience la regata, para entrenar en el campo de regatas.
Juan Carlos ha pedido a su entorno que se mantenga la discreción en cuanto a su llegada a España para no enturbiar más la situación política. Las elecciones municipales primero y las generales después, le han obligado a plegar velas en cuanto a su participación en las tres regatas previas del Campeonato de España organizadas por el RCN de Sanxenxo. Una vez que se celebren los comicios, tiene vía libre para volar a España. Se espera que llegue en plena resaca electoral y formación de gobierno.
En esas circunstancias en el que el interés mediático se centrará en el ganador de las elecciones y los posibles pactos, el Rey Juan Carlos espera pasar lo más desapercibido posible en Galicia. Seguirá de perfil bajo y hará su vida normal en Sanxenxo: de casa de Pedro Campos al muelle del Real Club Náutico. Es posible que la Infanta Elena se acerque para pasar unos días con él, así como otros amigos, durante las semanas que esté en el país.
Doña Sofía, en Mallorca
Además, se da la circunstancia que los dos Reyes regatearán con escasos días de diferencia. Felipe VI tiene previsto participar en la 41ª edición de la Copa del Rey Mapfre en Mallorca que tendrá lugar los primeros días de agosto. Allí se reunirán la familia del Rey, las infantas Elena y Cristina con sus hijos, con los Reyes de España y sus hijas, para disfrutar de unos días juntos en verano. Al único que no se espera en el plan que ha organizado la Reina Sofía es a su marido Don Juan Carlos.
El perfil bajo sigue siendo su máxima ahora que su nombre copa los titulares por el nuevo envite judicial de Corinna Larsen y porque algunos medios aseguran que planea instalarse definitivamente en España si gana Feijóo las elecciones. Algo que ya se apresuró a desmentir por boca de Susana Grisso en «Espejo público»: continuará residiendo en Emiratos Árabes Unidos.
Don Juan Carlos permanecerá en Galicia hasta que el Bribón y su tripulación arriben a la isla de Wirth (Reino Unido) para participar en el Mundial de Vela. La competición, en la que participaran casi 40 buques, se celebra a finales de agosto y se espera que se desplace allí, diez o quince días antes, para entrenar en sus aguas, muy diferentes a las gallegas. El padre de Felipe VI sueña con alzar su tercer Mundial de Vela. Si lo consigue, hará historia.
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