Sarah Ferguson y el príncipe Andrés: ¿boda a la vista?

No es ningún secreto que Sarah Ferguson y el príncipe Andrés mantienen una estrecha relación, a pesar de que se divorciaron en 1996, tras cuatro años separados. Además de compartir casa en Windsor, la pareja adoptó a los perros corgis de Isabel II cuando la reina falleció en septiembre de 2022. La duquesa de York conserva el título y se une a las celebraciones más señaladas de la familia real británica. Este año, el día de Navidad se sumó, por primera vez en 30 años, al tradicional servicio religioso celebrado en Sandringham, la finca propiedad de los monarcas desde hace cuatro generaciones. El duque de York, de 63 años, y su exmujer, de 64, caminaron detrás de los reyes y los príncipes de Gales mientras decenas de personas les esperaban a las afueras de la iglesia St Mary Magdalene, en Norfol. Teniendo en cuenta todo esto, ¿sería extraño que volvieran a pasar por el altar?

Según un artículo publicado en Daily Mail por el columnista experto en Casa Real Ephraim Hardcastle, el duque de York tiene pensado casarse por segunda vez con Sarah Ferguson. Y contaría, según dice, con la bendición de su hermano mayor, el rey Carlos.Recordemos que el pasado 21 de enero un representante de la duquesa de York anunció que había sido diagnosticada por un  melanoma maligno de carácter agresivo, una noticia que generaba mayor preocupación al haber sido tratada recientemente de un cáncer de mama encontrado el verano pasado. Una ceremonia que oficialice ese entrañable vínculo que mantienen los padres de las princesas Eugenia y Beatriz podría devolverle la sonrisa. 

El periodista cita en su información una fuente anónima que, además le indicó que la boda podría tener lugar en la Capilla de Todos los Santos, cerca del Royal Lodge, la residencia actual de la pareja. Este es el lugar donde también se selló en 2020 la unión de su hija, la princesa Beatriz. El segundo matrimonio del príncipe Andrés y Sarah Ferguson estaría, por tanto, a mil kilómetros de sus primeras nupcias, celebradas a bombo y platillo en 1986 en la Abadía de Westminster.

Ephraim Hardcastle revela también que el rey Carlos III habría dado luz verde a la nueva unión de su hermano menor. El gesto sería bien recibido por el príncipe, a pesar de que no necesita su aprobación. Solo los seis primeros herederos en el orden de sucesión al trono necesitan la aprobación del soberano para casarse.