Javier, presunto hijo de Julio Iglesias, pide ayuda al Vaticano

Cuatro años lleva esperando Javier Sánchez Santos, presunto hijo de Julio iglesias, que el Vaticano conteste a su petición de una audiencia con el Papa Francisco, para solicitarle apoyo en su proceso judicial, su demanda de paternidad, contra el cantante.

Ante el silencio papal, Javier hace pública la carta que envió al Santo Pontífice para pedirle que le reciba en su residencia de la romana Plaza de San Pedro.

La misiva es la siguiente: “Mi nombre es Javier Sánchez Santos y llevo décadas en una encrucijada legal para obtener el reconocimiento como hijo del cantante Julio Iglesias, pese a que la investigación y determinación obedece a postulados constitucionales ( artículo 39. 2 de la Constitución Española) y convenios supranacionales ( artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos).”

Prosigue rogando “una audiencia personal con el Papa Francisco, el sueño de muchas personas. Se que es muy complicado ( casi imposible ) por la difícil agenda de Su Santidad, pero me moveré con todas mis fuerzas en aras de conseguirla…”.

Y justifica la carta porque “mis motivos son dramáticos, porque llevo cuarenta años luchando para conseguir lo que millones de personas tienen: un padre. Nuestro Papa es una figura carismática y la cabeza visible De la Iglesia Católica, y como cristiano que soy busco su ayuda y su aliento”.

Javier asegura que “la afirmación de que Julio Iglesias es mi padre no es gratuita. Cuento con una prueba irrefutable de ADN, obtenida mediante un detective privado en Miami, y un análisis genético ha concluido un parentesco del 99,9 por ciento.”

Demuestra “mi malestar, porque la ciencia va por un lado y el Derecho por otro, ya que, científicamente, ha quedado acreditado que soy hijo de Julio Iglesias, pero al ser cosa juzgada ( debido a que ya intenté conseguir el reconocimiento de mi filiación a principios de los noventa, intento fallido por defecto procedimental) encontraré dificultades para ejercitar mi derecho constitucional amparado por la Carta Magna…”

Termina su escrito con un “debería prevalecer la investigación de la paternidad sobre la cosa juzgada. ya que la Constitución es nuestra norma suprema y prevalece sobre las demás leyes de nuestro ordenamiento jurídico.”