Los excéntricos rituales de Megan Fox y Machine Gun Kelly: “Bebemos la sangre del otro”

Megan Fox protagoniza su entrevista más sincera para la revista ‘Glamour’. La actriz, que protagoniza la portada del mes de abril, de la versión inglesa de dicho medio, donde trata sobre el sexismo, ser un símbolo sexual, su colapso psicológico, las presiones de la maternidad y su renacimiento feminista, entre otras muchas cosas. Pero lo que ha llamado especialmente la atención de sus lectores son los “rituales” de beber sangre que practica con su prometido, Machine Gun Kelly, y de los cuales ha hablado abiertamente.

La actriz y el rockero viven juntos en el barrio familiar de Sherman Oaks, en Los Ángeles, y mantienen una relación desde septiembre de 2020; un flechazo de lo más excéntrico que ha conseguido eclipsar a los fans de ambos y a los medios estadounidenses, que han centrado su foco en la que ya se considera como “la pareja de moda”.

Ambos se consideran “almas gemelas” y entre sus múltiples excentricidades de las que presumen en redes sociales, está la de beber la sangre del otro. Y es que, tal y como desvelaron en redes sociales, tras su pedida de mano en enero de este año, ambos practicaron este “ritual”: “Como en todas las vidas anteriores a esta y como en todas las que le seguirán, dije que sí... Y luego nos bebimos la sangre del otro”, escribió Fox en Instagram para anunciar su compromiso.

Una polémica revelación que en esta entrevista con Glamour ha querido aclarar sin tapujos: “Supongo que beber la sangre del otro podría confundir a la gente o que la gente nos imagina con copas y que somos como en ‘Juego de Tronos’, bebiendo la sangre del otro. Son sólo unas gotas, pero sí, bebemos la sangre del otro en ocasiones sólo con fines rituales”, confiesa entre risas.

Y es que, tal y como desvela la actriz, se siente muy atraída por el mundo exotérico: “Leo las cartas del tarot y me dedico a la astrología y hago todas esas prácticas metafísicas y meditaciones. Y hago rituales en lunas nuevas y lunas llenas, y todas estas cosas. Y así, cuando lo hago, es un tránsito o se utiliza por una razón. Y se controla dónde, es como, ‘Vamos a derramar unas gotas de sangre y cada uno la bebe’. Él es mucho más desordenado y agitado y caótico, está dispuesto a abrirse el pecho con un cristal roto como: ‘Toma mi alma’”, dice ella, imitando dramáticamente la supuesta pasión de su amado.