La dura batalla legal de los desheredados de Fernández Tapias

No daban crédito. Los hermanos Fernández Tapias quedaron atónitos después de descubrir que su progenitor les había desheredado en favor de su esposa, Nuria González, y sus dos hijos pequeños. El motivo: un supuesto maltrato psicológico que deberá demostrarse en el juzgado.

Aunque la ley española permite desheredar en casos extremos, y el maltrato psicológico es uno de ellos, Nuria González, la principal beneficiaria de la herencia, deberá demostrar que así fue. No lo tendrá fácil, ya que, a pesar de que en octubre de 2019 se les prohibió el contacto con su padre, los hijos podrán probar que no se desentendieron de él por voluntad propia.

Se impugnará el testamento y lucharán por anular la cláusula en la que se priva a los cinco hijos mayores del empresario de su herencia legítima, así como a sus nietos y posibles descendientes «no natos». Los Tapias van a por todas y ya se han reunido para poner en marcha cuantas acciones legales sean necesarias para revertir una situación que, aparentemente, les ha dejado sin un euro de la colosal herencia que deja su padre.

¿Testamento nulo?

La estrategia pasaría por impugnar el testamento y luchar por anular la cláusula en la que se priva a los cinco hijos mayores del empresario naviero de su herencia legítima. Fernando Fernández Tapias modificó en varias ocasiones su testamento. El último está fechado en noviembre 2020, un mes después de que sus hijos presentaran una demanda de incapacitación. Una medida que se tomaba para proteger su patrimonio y evitar que, manipulado por terceros o sin ser consciente de sus actos, Fernando lo pusiera en peligro. Dicen que la prueba de que no se equivocaban es la existencia de este testamento fechado en 2020.

Pero esta no es la única contienda judicial que enfrenta a los hermanos Tapias con la viuda de su padre, quien, desde 2020, trata de hacerse con el control de las empresas de Fernández Tapias, su principal activo y donde radica la fortuna en litigio. Tampoco lo tendrá fácil ya que, en 2015, el empresario nombró CEO a su hijo Juan Carlos y, desde entonces, sus siete hijos son accionistas a partes iguales.

Para Nuria, sin ningún cargo ni participación en estas empresas, es vital deshacer los movimientos empresariales realizados por su esposo cuando, estando en plenas facultades mentales y perfectamente asesorado, dejó la administración de su legado empresarial en manos de sus hijos mayores.

Nuria tendrá que hacer frente a numerosos gastos que se avecinan. Además de pagar a los abogados, gastos de testamentaría e impuestos, desde el fallecimiento de su marido tendrá que costear de su bolsillo el alto nivel de vida que ha mantenido hasta ahora.

La única propiedad que actualmente está a su nombre es la mansión de Puerta de Hierro, valorada en unos tres millones de euros, que podría vender o hipotecar. En cambio, los hijos mayores de Tapias gozan de una buena situación económica gracias a su actividad empresarial.

Fernando es apoderado de F Tapias Desarrollos Empresariales SL; Íñigo, administrador de una empresa inmobiliaria, Borja, empresario y diseñador gráfico; Sandra trabaja como DJ y Juan Carlos es CEO de las principales empresas del naviero gallego.