
Equilibrio mental
Miley Cyrus huye de su gira de conciertos por miedo al alcohol y las drogas: “La sobriedad es como mi Dios”
La cantante ha decidido no subirse a los escenarios y recorrer mundo por miedo a caer en viejos hábitos. Prioriza su salud mental frente a alimentar su ego

Miley Cyrus está imparable y parece que todo lo que toca se convierte en oro, especialmente después de ser la cantante más escuchada de 2023, gracias a su himno ‘Flowers’. Con él logró su primer Grammy, premio que se le resistía y que le hacía creerse a la cola de otras divas del pop. Pero por fin ocupa el trono que se merece y que ha perpetuado también con su nuevo trabajo, ‘Something Beautiful’. Un álbum que ha recibido muy buena acogida por parte de sus fieles, que esperaban ansiosos que saliesen las fechas de sus conciertos para jalear sus canciones a pleno pulmón en los estadios más titánicos. No podrá ser.
La artista ha entendido necesario bajarse de los escenarios y no realizar la correspondiente gira. Y eso que ahora los cantantes ganan más con sus conciertos que vendiendo discos o haciéndose oír en plataformas digitales. Tiene un motivo de peso, aunque a sus incondicionales les haya roto el corazón: “Me gustaría tener el deseo de salir de gira, pero no lo tengo… es realmente difícil mantener la sobriedad cuando estás de gira, es difícil mantener el bienestar mental”. Sus palabras en ‘Good Morning America’ mostraban su pulso por mantener en equilibrio su salud mental, frente a la tentación que supone recaer en sus vicios.
Miley Cyrus apuesta por la sobriedad frente al éxito
Puede coleccionar millones de dólares en su cuenta corriente, pero esto no llega a hacerla feliz. Ha trascendido a su propio éxito y entiende que la fortuna no está en contar billetes, sino en atesorar buenos momentos con familia y amigos, alejada lo máximo posible de viejos hábitos. Le ha costado muchísimo trabajo y terapia alcanzar esta plenitud y ahora entiende que “la sobriedad es como mi Dios. La necesito, vivo para ella. Ha cambiado toda mi vida”, como así expresaba hace unos meses atrás. Una entrevista en un podcast donde se lamentaba que las estrellas dejan de parecer “divertidas” sobre el escenario sin los habituales excesos.

Desde hace más de una década no realiza una gira internacional que complazca a sus fans repartidos por todo el globo. Fue en 2014 la última vez que paseó temas como “Breacking balls’ o ‘We Can’t Stop’ con los que se presentó al mundo más allá de la adorable Hannah Montana. Su alter ego infantil conquistó al público, pero quiso cambiar su registro cuando aparcó la interpretación y apostó por la música, mostrándose lo más gamberra y transgresora posible. Es aquí donde jugaba un papel protagonista el alcohol, así como la marihuana que consumía incluso frente a sus fans sobre los escenarios. Hábitos que casi le dejan sin voz, por una enfermedad en las cuerdas vocales: “Tener 21 años y estar despierta y beber y fumar y salir de fiesta después de cada concierto no ayuda”, aprecia ahora su sobriedad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar