Redes sociales
Chiara Ferragni y cómo sobrevivir a la cultura de la cancelación
La 'influencer' italiana ha recomprado su propia marca en un intento por salvar su imagen tras meses de escándalos y de críticas
Chiara Ferragni lo tenía todo para ser la reina del Olimpo de los 'influencers'. La empresaria italiana, nacida en Cremona en 1987, llevaba años abriéndonos las puertas de su vida gracias a Instagram y otras redes sociales. Era uno de los perfiles más populares en su país de origen, y gozaba de un gran reconocimiento a nivel internacional, con más de 28 millones de seguidores.
Su familia también formaba parte de ese complejo mecanismo de la creación de contenido. Sus hermanas, Valentina y Francesca y su por aquel entonces marido, Fedez, contribuyeron durante años a ensalzar la luz de una estrella que no tenía pinta de apagarse en años. Pero a Ferragni llegó a pasarle en cierta manera como a España el pasado lunes: el apagón le pilló por sorpresa.
Su imperio pendió de un hilo
En tan solo un año, la empresaria se vio envuelta en un escándalo que llegó a sacudir los mismísimos cimientos de Italia. La Autoridad Italiana de Competencia, reguladora de la competencia entre marcas en territorio nacional, anunciaba en diciembre de 2023 que Ferragni y las compañías bajo su control debían pagar una multa de 1.075 millones de euros por malas prácticas comerciales.
Para comprender el porqué de tal decisión hay que remontarse hasta 2022. Aquel año, la 'influencer' firmó un acuerdo de colaboración con la marca Balocco para comercializar un pandoro (dulce típico italiano) de la marca Ferragni. A pesar de que a priori no parecía haber ningún inconveniente con el plan, el escándalo surgiría a partir de la publicidad engañosa detrás del producto.
Los compradores italianos fueron convencidos de que al comprar el pandoro, estarían contribuyendo a donaciones benéficas para investigar el cáncer de huesos en el Hospital Regina Margherita de Turín. Si bien Balocco realizó una donación de 50.000 euros al hospital meses antes de lanzar el producto, nada del dinero conseguido recaudado fue utilizado con ese fin solidario.
Las consecuencias siguen todavía afectando de lleno a la 'influencer', acusada de fraude. En septiembre de este año tendrá que someterse a juicio, tras dictaminarse la decisión de enjuiciarla el pasado mes de enero. Desde el año pasado, Italia mantiene una ley en vigor con su nombre. La ley Ferragni regula a 'influencers' con más de 1 millón de seguidores para prevenir futuros fraudes y publicidad engañosa.
Problemas dentro de casa
Su vida personal tampoco ha pasado por su mejor momento. Tras seis años de matrimonio y dos hijos en común, Chiara y Fedez firmaban los papeles de un divorcio que muchos venían barruntando. Durante la celebración del Festival de Sanremo 2023, evento que copresentaba Ferragni, su marido tenía previsto participar como invitado en una actuación del cantante Rosa Chemical.
Sin embargo, ni el equipo detrás de la organización ni la propia empresaria estaban al tanto del beso apasionado que iban a compartir los raperos en el escenario. El momento desestabilizó a la italiana, que más tarde protagonizaría entre bastidores un momento de tensión mientras su marido intentaba justificarse.
Tras una ruptura mediática, Ferragni decidía revelar que su exmarido había estado llevando desde 2017 una "vida paralela". Había mantenido una relación sentimental con la diseñadora Angelica Montini, descendiente de una de las familias más ricas de Milán. "Una de tantas evidentemente", confesaba la italiana ante los medios.
¿Resurgirá como el ave fénix?
Actualmente, Chiara Ferragni ha decidido hacer borrón y cuenta nueva de sus últimos años. Para conseguirlo, la 'influencer' ha comprado el 99 por ciento de las acciones de Fenice Srl, la sociedad que gestiona la firma que lleva su nombre.
"Hoy quiero contarles algo: me he convertido por primera vez en accionista mayoritaria de la marca Chiara Ferragni. No es solo una cuestión de cuotas o porcentajes: es un comienzo", revelaba a sus seguidores en Instagram. La facturación de Fenice se desplomó durante el 2024, pasando de unos 11 millones de euros en 2023 a solamente 2 millones en 2024.
"No les hablaré de un renacimiento perfecto, ni siquiera puedo experimentarlo. Les contaré la realidad: hecha de altibajos, imperfecta. Este es el único punto desde el que puedo empezar de nuevo", concluía Ferragni, prometiendo alzarse de nuevo para volver a alcanzar ese Olimpo que un día le perteneció.