Bienestar
Cómo adelgazar cuando el hambre emocional esconde un duelo
El hambre emocional es un fenómeno común que vemos a menudo cuando enfrentamos situaciones de estrés, ansiedad o pérdida
Cuando atravesamos un duelo, el cuerpo y la mente están en un estado de vulnerabilidad profunda. Las emociones están a flor de piel y a menudo el hambre emocional puede convertirse en una forma de anestesiar el dolor. En esos momentos, la idea de adelgazar o seguir una dieta restrictiva no solo puede ser contraproducente, sino también dañina para nuestra salud física y emocional. Así pues, en lugar de enfocarnos en el objetivo de perder peso, es importante centrarnos en cómo alimentarnos para nutrirnos y ayudarnos así a lidiar con nuestras emociones de una manera saludable. Al enfocarnos en la calidad de los alimentos que consumimos y en el autocuidado, no solo podremos lidiar mejor con el duelo, sino también salir fortalecidos de él, conectando mejor con nuestras necesidades y con nuestra capacidad para superarlo.
El hambre emocional en el duelo
"El hambre emocional es un fenómeno común que vemos a menudo en Palasiet Thalaso Clinic cuando enfrentamos situaciones de estrés, ansiedad o pérdida", nos comenta Lourdes Ramón responsable del departamento Orientación y psicóloga de Palasiet. En el caso del duelo, puede ser una forma de buscar consuelo o llenar el vacío emocional que queda tras una pérdida. En estos momentos, muchas veces recurrimos a alimentos que nos dan una sensación de alivio inmediato, como los alimentos procesados llenos de azúcares y carbohidratos refinados, que generan una falsa sensación de bienestar debido a la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado al placer. Sin embargo, este alivio es temporal ya que el pico de glucosa en sangre se desvanece rápidamente, seguido de una caída abrupta, que nos deja aún más cansados y emocionalmente vacíos. Este ciclo de sube-baja de azúcar-insulina refuerza el hambre emocional, llevándonos a buscar más comida para llenar de nuevo ese vacío, sin abordar la verdadera raíz de las emociones que intentamos evitar.
En este contexto, tratar de adelgazar puede poner más presión sobre nosotros, dificultando la transición del proceso de duelo. Por ello, el enfoque debería ser más bien el de respetarnos en estos momentos, sin exigirnos más y permitiéndonos el tiempo necesario para sanar y aceptar la pérdida.
El poder de la nutrición emocional
Durante el duelo, el cuerpo necesita apoyo, y la alimentación es una herramienta poderosa para dárselo. Al nutrirnos adecuadamente, no solo cuidamos de nuestra salud física, sino también de nuestro bienestar emocional matiza Irene Domínguez responsable del depto Nutrición y tecnóloga de los alimentos de la clínica Palasiet. Los alimentos que pueden ayudarnos a lidiar con las emociones durante este período difícil son:
- Alimentos ricos en triptófano: el triptófano es un aminoácido que promueve la producción de serotonina, la "hormona de la felicidad". Alimentos como las aves, los huevos (a poder ser ecológicos), las semillas de calabaza, las nueces y el chocolate negro pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
- Cereales completos y tubérculos: a diferencia de los carbohidratos refinados, que generan picos de azúcar y caídas bruscas de energía, los carbohidratos complejos como la avena, el arroz integral y las batatas proporcionan energía sostenida y promueven la estabilidad emocional.
- Ración de omega-3: estos ácidos grasos, presentes en el salmón, las semillas de chía y las nueces, han demostrado tener efectos antiinflamatorios en el cerebro y pueden ayudar a combatir la depresión y mejorar el estado de ánimo.
- Alimentos ricos en magnesio: el magnesio es un mineral esencial que ayuda a relajar el sistema nervioso y a reducir el estrés. Las espinacas, las almendras, los aguacates y el cacao crudo son excelentes fuentes de magnesio.
- Frutas y verduras coloridas: poner en nuestro plato el arcoíris. Los antioxidantes presentes en frutas y verduras de colores brillantes, como los arándanos, las zanahorias y los pimientos, ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede aumentar durante momentos de duelo y estrés emocional. Estos alimentos también apoyan la función cerebral y mejoran el bienestar general.
El autocuidado: es momento de mimarte
Es momento de darnos permiso para sentir, descansar y mimarnos, para ello te proponemos algunos consejos:
- Escucha a tu cuerpo: en lugar de seguir un régimen rígido de comidas, aprende a escuchar tus señales de hambre y saciedad. Pregúntate si tienes hambre física o si estás buscando alimentos como una forma de evitar sentir tus emociones.
- Acepta y no te castigues: si comes por motivos emocionales, no te castigues ni te sientas culpable. Reconoce que estás pasando por un momento difícil y que es natural buscar consuelo.
- Permite y canaliza tus emociones: en lugar de usar la comida como una distracción, intenta enfrentar tus emociones. La meditación, salir a la naturaleza a ver “verde, azul”, que te dé el sol, la escritura terapéutica o simplemente hablar con un amigo pueden ser herramientas valiosas para procesar el duelo.
- Trabaja tu cuerpo físico para conectar tus emociones y descansa: el ejercicio suave, como caminar, yoga, puede ayudarte a conectar con tu cuerpo sin la presión de "quemar calorías". Dormir lo suficiente y mantener una rutina saludable también te ayudará en tu recuperación emocional.
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