Todo por amor

El día que Laura Valenzuela lo dejó todo por José Luis Dibildos

Aunque produjo algunas de las películas de la que sería su esposa, Jose Luis Dibildos llegó a un acuerdo con Laura Valenzuela antes de contraer matrimonio: "Nos casamos, pero tú dejas de trabajar y te quedas en casa".

Laura Valenzuela y Antonio Ozores, en una escena de «Los tramposos», que dirigió Pedro Lazaga en 1959
Laura Valenzuela en una imagen de archivolarazon

Llevaban trece años de noviazgo y él se mostraba remiso a pasar por la vicaria, pero Laura Valenzuela se quedó embarazada y agilizaron los trámites para convertirse en marido y mujer.Era el año 1971 y la mujer que cautivaba a millones de telespectadores en televisión y en el cine confesaba que “ahora me toca dedicarme a Jose Luis y mi casa. No creo que vuelva al cine y a la televisión”.Pero en aquella casa la vida discurría por dos caminos distintos. José Luis Dibildos hacía vida nocturna, pasaba las madrugadas escribiendo los guiones de sus películas, y no se levantaba hasta entrada la tarde, mientras que su esposa se despertaba pronto y se acostaba cuando entraba la noche. Esa situación no minó su matrimonio, ambos se adaptaron a las circunstancias y no se les conoció ninguna crisis de pareja. Fue diecisiete años más tarde cuando Laura Valenzuela decidió retomar su carrera profesional como locutora de radio, y pocos años después regresó a la pequeña pantalla con la aparición de las cadenas privadas.Jose Luis Dibildos se había dado cuenta de que la madre de su hija Lara echaba mucho de menos su profesión y acabó cediendo a sus pretensiones de recuperar el tiempo perdido. Hay una anécdota que define muy bien lo que estamos contando. En una entrevista con José María Iñigo, Valenzuela fue muy clara: “como soy una mujer liberada y dueña de mis actos, le pregunto a mi marido si me deja trabajar, y si me dice que sí, vuelvo”. Estaba tan enamorada que dependía totalmente de los designios y las voluntades de su marido. Era también otra época. Aceptaba todo lo que él le pedía. No tenía ojos más que para Jose Luis y su familia.Su hija Lara Dibildos ratifica todo lo comentado en este texto: “Mi madre me dijo que la culpa de que abandonara su trabajo era de mi padre, que no la dejó seguir. Pero nunca se ha arrepentido de tomar aquella decisión”.