Enrique San Francisco: «Por fumar, voy a morir de hipotermia»

–«La crisis según San Francisco». ¿Qué diría el santo?

–Diría: «Yo prediqué la pobreza, pero esto es otra cosa».

–Se fue a Nepal por un mes y se quedó un año. ¿Se encontró a sí mismo?

–Eso es lo peor que me podría pasar. Soy feliz durmiendo.

–San Francisco decía: «Es feliz quien nada retiene para sí».

–A ver qué político se presenta con ese eslogan. Yo le votaría.

–Habla en su monólogo de los cambios en la sociedad desde 2001...

–Del matrimonio homosexual, de la prohibición de fumar...Por fumar en la calle, voy a morir de hipotermia. Vivimos en la sociedad de las prohibiciones.

–Dice: «Hasta hace unos meses, una ardilla podía cruzar España de norte a sur saltando de un coche oficial a otro». ¿Qué fue de la ardilla?

–Seguramente ha muerto atropellada. Este pueblo, que era alegre, ahora está amargado. Se ha acabado la noche.

–El hambre mejora la memoria, según un estudio japonés.

–Y si comes hierba acabas mugiendo como una vaca.

–Y Berlusconi, otra vez muy votado en Italia...

–Los italianos son unos cachondos: votan a golfos y payasos directamente, así se evitan sorpresas.

–Ya, pero entonces crece nuestra prima de riesgo...

–Que tenga cuidado la prima de riesgo con Berlusconi, ése se tira a todo lo que se mueve. O eso cuentan.

–¿De qué ha prescindido por la crisis?

–Mi padre decía que dejar los vicios de golpe es mortal. Yo también creo que es malo para la salud. Y me cuido.

–Fue francotirador en la legión. ¿Qué dispara ahora desde el escenario?

–Balas de humor. Lo que menos les gusta a los políticos.

–¿Le gustaría irse de España? ¿Lo ha pensado?

–Yo sólo me voy de los sitios si no hay cerveza y mujeres.

–Como el santo en su juventud disipada...