Gente

Disgusto

A Amador Mohedano no le gustan los vídeos sexys de su hija Chayo en OnlyFans

Al parecer ya se ha puesto en contacto con ella para hablar sobre este asunto

Amador Mohedano en el 'Deluxe'
Amador Mohedano en el 'Deluxe'Mediaset

Amador Mohedano tiene fama de ser un tanto machista, demasiado chapado a la antigua, y uno de sus amigos chipioneros cuenta a La Razón que “no le agrada” que su hija Chayo se dedique a subir vídeos demasiado “calientes” a una red social para adultos, exactamente en OnlyFans, porque cree que están algo subidos de tono. Sus comentarios dejan entrever que “como padre y abuelo se siente molesto por el proceder de su hija”.

Todos aquellos seguidores de la sobrina de la recordada Rocío Jurado que quieran ceder a sus vídeos deben suscribirse a la web pagando veinte euros mensuales. La lista de fans, desgraciadamente, no es de los que dan muchos likes.

Por el momento, Chayo se limita a subir vídeos insinuantes, sin pasarse, pero marcados por un cierto erotismo y atrevimiento. Gracejo no le falta y sabe ser morosa…

Amador, dicen, ya ha hablado con su hija sobre este asunto, e incluso le transmitió un cierto malestar por su comportamiento. Pero ella, de momento, sigue delante con sus planes en dicha web, haciendo caso omiso a los deseos paternos.

No se conoce todavía lo que piensa su madre, la televisiva Rosa Benito, sobre los vídeos insinuantes de su “niña”. Rosa es una mujer muy liberal, de mente abierta y más comprensiva que su exmarido.

Muy unida a Chayo, hace pocos días colgaba un mensaje del todo significativo en su Instagram en el que alababa a su hija: “Siempre he estado muy orgullosa de ti, por haber seguido con tu mundo, ese que soñaste de niña y que hoy es tu vida”.

Evidentemente, se refiere a su carrera artística, como cantante. De OnlyFans ni rastro. Como si no supiera nada de esta nueva experiencia.

En otro orden de cosas, hay quien ya se pregunta si la prima de Rocío Carrasco ha decidido meterse en la web por necesidades económicas. Su carrera como cantante se vio frenada por los rigores de la pandemia y en casa tuvieron que ajustarse el cinturón. Porque tampoco su marido, Andrés Fernández, pasa por una boyante situación profesional.