Nobleza

22 de noviembre: fecha clave del juicio de la familia Medinaceli

Rafael y Luis Medina, junto a sus primas Victoria y Casilda Medina, así como la actual duquesa de Medinaceli y su hermano, se enfrentan al duque de Segorbe por el legado de su abuela y bisabuela, Mimi Medinaceli

Ignacio Medina, duque de Segorbe
Ignacio Medina, duque de SegorbeGtresEuroimagen

El próximo 22 de noviembre, la expectación estará asegurada en Sevilla. En el Juzgado de Primera Instancia número 12 de la capital andaluza se dirime la herencia de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, duquesa de Medinaceli, más conocida como Mimi Medinaceli, una de las aristócratas más relevantes del siglo XX y habitante, hasta su muerte en 2013, del palacio de Pilatos de la capital hispalense.

Cuatro de sus nietos —-Rafael y Luis de Medina, hijos de Rafael Medina y Naty Abascal, así como Victoria, duquesa de Santisteban, y Casilda Medina Conradi, marquesa de Solera, y dos de sus bisnietos, la actual duquesa de Medinaceli, Victoria Hohenlohe, y su hermano, Alexander, marqués de Navahermosa- se enfrentan a Ignacio Medina, duque de Segorbe y único hijo con vida de Mimi.

La familia le reclama lo que considera que les corresponde aún después de ocho años del fallecimiento de la duquesa. “El problema es que no se quiere hacer efectiva la herencia y tampoco llegar a un acuerdo”, explican desde el entorno de los demandantes.

«Aquí lo que hay encima de la mesa es el reparto de un patrimonio a unos nietos. El duque considera que no hay nada que hablar y los herederos apelan a la ley. Es un asunto que aquí en Sevilla forma parte de los comentarios y chascarrillos de la alta sociedad. Hay que tener en cuenta que la Casa Medinaceli, junto con la de Alba y Medina Sidonia forman parte de la estructura social y patrimonial no solo de Andalucía sino de España», aseguraba en septiembre a LA RAZÓN una fuente de alta alcurnia. Y efectivamente apuntan que en todas ellas sus miembros han tenido en algún momento enfrentamientos entre los herederos. Sucedió a la muerte de la duquesa de Alba cuando Cayetano Martínez de Irujo tuvo sus desencuentros con su hermano mayor, Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, que a día de hoy están ya solventados. En este caso el libro de memorias escrito por el jinete distanció aún más a los hermanos, salvo a Cayetano y Eugenia que siempre han mantenido una relación más cordial.

Con la Casa Medina Sidonia también hubo enfrentamientos cuando murió Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la conocida como duquesa roja. Antes de enfermar, la aristócrata hizo todo lo posible para que sus descendientes no pudieran heredar. Para ello, donó su patrimonio a la fundación que llevaba su nombre. En 2008 se les reconoció sus derechos y recibieron por sentencia parte del patrimonio.

El caso que se dirime el próximo lunes 22 de noviembre es complicado puesto que existe mucha documentación que analizar. Se podía haber llegado a un acuerdo pero no ha sido posible. Incluso en esta audiencia previa lo primero que hace el juez es exhortar a las partes para que lleguen a un acuerdo que parece que tampoco será posible en esta ocasión.