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Manolo Santana murió huérfano de hijos

Su relación con ellos era fría desde hacía tiempo

Manolo Santana
Manolo SantanaRodrigo JiménezEFE

Ninguno de sus hijos se encontraba a su lado en la hora de su muerte, ni tan siquiera conocían el estado de gravedad se su padre. Manolo Santana falleció huérfano de hijos, ajeno a las vidas de Alba, Manolo, Beatriz, Bárbara y Borja. Solo a estos dos últimos se les vio en la capilla ardiente que se montó este domingo en un hospital de Marbella.

Y su viuda, Claudia Rodríguez, se negó a contestar a las preguntas relacionadas con los descendientes directos de su marido, es más, a modo de ninguneo, considero que esas cuestiones no tenían cabida en un día como este.

La capilla ardiente de Manolo Santana
La capilla ardiente de Manolo SantanaEsher GómezEFE

La colombiana fue un muro donde se topaban los hijos del tenista cada vez que se interesaban por la salud de su progenitor. Ninguno estaba al tanto de su gravedad. En este sentido, Claudia ignoró el cariño que su esposo sentía por los suyos. Pero la verdad es que Manolo Santana adoraba a su mujer y no consentía que la criticaran en su presencia.

Si estuvo en la capilla ardiente el hijo de la sudamericana, Christian, que sustituyó, por expreso deseo de su mamaíta, a Borja Santana en la directiva del club de tenis marbellí que lleva el nombre del icónico deportista, y que, dicen, podría aparecer como uno de los mayores agraciados en el testamento de Manolo.

Las malas lenguas dejan entrever que Claudia lo tiene todo atado y bien atado. Y es que la colombiana no tiene un pelo de tonta. Era la mano que mecía la cuna de Santana, de eso no cabe la menor duda.