Los Reyes trasladan su pésame a María Iborra, la hija de Verónica Forqué

Los Reyesenviaron ayer un telegrama de condolencias a María Iborra, la hija de la actriz Verónica Forqué, que fue hallada sin vida en su domicilio, el pasado lunes, según han informado fuentes de Casa Real.

Durante el día de ayer, centenares de personas anónimas y compañeros de profesión acudieron al Teatro Español de Madrid donde se instaló la capilla ardiente de la intérprete para darle un último adiós. A su cierre, sus restos mortales fueron trasladados a El Escorial donde fue incinerada en una ceremonia íntima.

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, uno de los primeros en acudir al recinto, destacó “la sonrisa y vitalidad” de Forqué.”. “Quedará como testimonio de buen hacer y de toda una época”, aseguraba en declaraciones a los medios, ante los que reconocía sentir “mucha tristeza”.

También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, subrayaba su“calidad como actriz y especialmente como persona. Era amabilísima. Una gran mujer”. “Normalmente no nos manifestamos mucho en este tipo de situaciones desde el Gobierno, pero bueno estoy aquí a título personal y representando a la Comunidad de Madrid”, resaltaba la dirigente autonómica, quien lamenta “mucho” el fallecimiento de Forqué, quien “siempre fue cariñosísima, muy sensible y amable” con ella.

Por su parte, el director, guionista, productor de cine y presidente de la Academia de Cine de España, Mariano Barroso, ha destacado que Forqué era “una referencia para todos”. “Siempre se dice eso de que el mejor payaso es el payaso triste, fíjate todo el dolor que escondía Verónica y quizás por eso sus trabajos tenían esa dimensión extraordinaria y se han quedado tanto en el corazón de la gente”, ha rememorado, sin olvidar “la carga de emociones y de dolor que ocultaba y escondía”.

“Aquí estamos dando el cariño y el agradecimiento por todos sus trabajos y el amor de todos sus compañeros. Agradecidos por su talento descomunal y entrega absoluta. Trabajaba con todas sus armas que son la emoción, su cuerpo, su palabra. Y ahora está en un sitio en el que nadie le puede hacer daño”, ha concluido.