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La crónica de Amilibia: La meretriz que le grita a Irene Montero

La ministra de Igualdad no ha respondido a la trabajadora sexual sindicada, que uno sepa

Irene Montero, ministra de Igualdad
Irene Montero, ministra de IgualdadCONGRESOCONGRESO

Sin ella el circo perdería mucho. Hablando de la reforma de la Constitución y de las mujeres que hicieron posible la democracia, Irene Montero ha dicho en las redes (ella no trabaja sin red) que ya es hora de conseguir los sueños de nuestras abuelas: «Nos merecemos una Constitución feminista». Considera que la actual es heteropatriarcal y nació sin madres. Una parida machista, vamos. ¿Adónde vamos con una Constitución huérfana? Le han respondido en Twitter cosas terribles. Por ejemplo: «Muchas mujeres trabajaron para que la Constitución fuera posible, sin necesidad de que ningún macho alfa las colocase a dedo». Pero nada comparado con lo que le ha gritado en «El Mundo» una trabajadora del sexo, gogó, dominatrix y actriz porno llamada Piikara: «Irene Montero defiende un feminismo burgués. La prostitución es un trabajo obrero, como otro cualquiera. A mí me folla más Hacienda que mis clientes. Nadie cuenta con nuestra opinión. La gente solo cree que existe la trata y que los clientes son todos Torrente. Y no».

Irene Montero no ha respondido a la trabajadora sexual sindicada, que uno sepa. Quizá piense que eso le corresponde a Yolanda Díaz, que después de hablar con el Papa ahora tendrá más claro quién era María Magdalena. Y del resto dirá que le toca explicarlo a María Jesús Montero: ¿qué postura del kamasutra o del sexo tántrico utiliza Hacienda para follar a Piikara más y mejor que sus clientes? A su casa, dice Piikara, acuden «señores adorables, ositos de peluche». Y añade: «Prostituir, nos prostituimos todos. Cada uno usa la parte del cuerpo que le parece». Creo que ninguna política responderá por alusiones, pero Garzón quizá aconseje prohibir la publicidad de los ositos de peluche.