Así ha sido el emotivo encuentro de Charlene de Mónaco con el príncipe Alberto y sus hijos

La princesa Charlene ha podido ver cumplido su sueño de reencontrarse con su esposo, Alberto de Mónaco, y los mellizos Jaques y Gabriella, de 7 años, en Navidad. El propio Alberto II (63) firmaba un comunicado desde la casa real monegasca anunciando que podrían visitar a Charlene en estas fechas señaladas y ahora la revista Bunte ha publicado que dicho encuentro ya se ha producido. Según esta publicación, Jacques y Gabriella junto a su padre, el príncipe Alberto, pudieron reencontrarse con su madre en el centro europeo en el que está ingresada tanto el 23 de diciembre como el día 2 de enero. Un encuentro que seguro ayudará a la recuperación de Charlene. Aunque no han estado juntos desde su regreso a Mónaco, la sudafricana ha estado siempre en contacto con su familia.

Tras su regreso de Sudáfrica, donde sufrió una infección otorrinolaringológica por la que tuvo que ser intervenida hasta en tres ocasiones, la princesa fue internada el 8 de noviembre en una clínica para recuperarse de su agotamiento físico y mental. Al comienzo de la terapia no pudo recibir visitas, pero un comunicado oficial del principado resaltaba que la princesa se estaba recuperando “de una manera satisfactoria y reconfortante”, por lo que sus médicos dieron el visto bueno para que pudiera recibir la visita de sus familiares ya que eso sería positivo para su salud. Los mellizos tenían muchas ganas de ver a su madre, así que le llevaron fotos, comieron con la princesa, jugaron, rezaron juntos e incluso cantaron. Una visita de cuatro horas, según Bunte.

Al terminar la visita Charlene se tuvo que separar con gran pena de sus hijos. Pero esa tristeza sería por poco tiempo ya que el domingo 2 de enero, Alberto de Mónaco y los príncipes Jacques y Gabriella fueron nuevamente a verla.

Los últimos rumores apuntan a que quizá Charlene pueda volver a Mónaco a finales de mes. La fecha que se fija como probable son el 26 y 27 de enero con motivo de las fiestas por Santa Devota, su patrona, a las que el príncipe Alberto siempre acude acompañado de su mujer y sus hijos.