El último paseíllo de Jaime Ostos será en La Maestranza

Será el último paseíllo de un gran torero. El más triste, el menos esperado. Un homenaje póstumo en el que participarán algunos de sus familiares, encabezados por su viuda, María de los Ángeles Grajal, y compañeros de profesión.

Jaime Ostos, esté donde esté, seguro que se sentirá orgulloso de esta iniciativa: la urna con sus cenizas dará la vuelta al ruedo en la plaza de La Real Maestranza de Sevilla, ahí donde el diestro cuajó algunas de las faenas más memorables de su vida. Y también el coso en el que recibió la Cruz de la Orden Civil de la Beneficencia.

Será hoy por la noche cuando su esposa tome un vuelo hacia Madrid con las cenizas de su marido. Me cuenta una amiga suya, que se encuentra con ella en Colombia, que “está desconsolada, no para de llorar, lo único que le consuela es que Jaime murió sin sufrir. Fue un infarto fulminante. Figúrese, el día anterior Jaime estaba bailando unas bulerías con ella, incluso dio unos pases de toreo de salón. Estábamos todos juntos en la casa de una amiga común, nadie se,podría esperar una muerte tan triste. Fue una conmoción para todos…”.

En Madrid esperarán en el aeropuerto dos de los hijos del finado, Jacobo y Gabriela, hoy consternados por el adiós tan inesperado de su padre. La madre del primero es Grajal, y la de la segunda, Consuelo Alcalá, la mujer que compartió vida y matrimonio con Ostos entre 1960 y 1969.

No sabemos si le dará tiempo a volver, se encuentra en Estados Unidos, Jaime, el hijo mayor, que reside en tierras americanas. También existe una cuarta hija, Gisela, nacida durante un romance del torero con Aurora Díaz.