Entrevista
Gustavo González: “Mariló Montero aplaudió en su programa lo espectacular que salía en las fotos de la demanda”
El paparazzi se sincera en LA RAZÓN sobre una sentencia que muchos consideran histórica y que, según él, podría cambiar el devenir de la prensa del corazón
Los reporteros Diego Arrabal y Gustavo González son condenados a indemnización millonaria por fotografiar desnuda a Mariló Montero. El titular es brutal…
Que una noticia empañe un gran titular… el titular es erróneo de principio a fin. Ni el señor Arrabal ni yo somos autores de los reportajes objeto de la demanda.
Pero hay una sentencia…
La demanda fue interpuesta contra una agencia de prensa de la que éramos representantes legales el señor Arrabal y yo. La sentencia condena a la sociedad. Ni somos los autores de los reportajes ni los autores de los mismos han sido demandados.
Vayamos al principio, hay dos reportajes objetos de demanda…
Hay un reportaje realizado en Bora Bora, nunca publicado, no vendido, siquiera puesto a la venta. Los directores de las distintas publicaciones podrían testificar, como así sugerimos, que jamás fue ofrecido, ni a revistas, ni ha programas de televisión, ni periódicos ni medios digitales.
¿Y el otro reportaje?
Se trata de un reportaje en las islas Maldivas, de unas vacaciones de la señora Montero. Insisto, de ninguno de los dos reportajes somos autores ni el señor Arrabal ni yo.
Mariló Montero habla de una “persecución”…
Yo, en concreto, jamás he hecho una foto a la señora Montero, así lo dije en sede judicial. Aportamos los textos escritos por mí que demuestra el respeto personal y profesional que nos sugería la demandante. En esos textos se alababa tanto su aspecto físico como su capacidad profesional. La agencia de prensa que regentábamos Diego Arrabal y yo, gestionaba reportajes de reporteros freelance. Ese fue el caso. En los años que tuvimos la agencia, creo recordar que solo hubo tres reportajes sobre la demandante.
Mariló Montero está muy molesta por los reportajes objetos de demanda…
Del reportaje en las Islas Maldivas, se aportaron pruebas de que fue publicado con su beneplácito y ella misma los trató en distintos programas sin mostrar enfado, muy al contrario. El director de la revista, que publicó el reportaje, contertulio del programa que presentaba la demandante, declaró en sede judicial que Mariló Montero era consciente de que iba a ser publicado. Se editó y retocó a tal efecto. Una vez publicado fue comentado en su propio programa, exhibida la portada y aplaudido tanto el reportaje como lo esbelta y bella que lucía la otrora demandante. La señora Montero, acudió también al programa ‘El Hormiguero’ en el que se volvió a bromear con lo espectacular que lucía en aquellas fotos. Los extractos de los programas fueron aportados como prueba de que no habían importunado a la señora Montero. Por cierto, no demandó ni a los reporteros ni a la publicación.
¿Le parece injusta la sentencia?
Respeto y creo en la Justicia. Nadie es infalible. Solo espero que en otras instancias se valoren las pruebas y los testimonios.
¿Está preocupado?
Estoy muy preocupado, no solo por la sentencia, sino por lo que puede acarrear. Hasta ahora, en choques de derechos como el de la intimidad con el derecho a informar había otra máxima. En personas con relevancia pública, como es el caso y cuando hay un conflicto de derechos, la jurisprudencia decía que el derecho al honor disminuye, el derecho a la imagen se recorta y el derecho a la intimidad se diluye. Si cualquier persona con relevancia pública, yo mismo, demanda la publicación de imágenes en lugares públicos y los magistrados siguen esta nueva premisa jurídica, supondría el final de las revistas del corazón, ningún programa de entretenimiento, periódico o medio digital alguno, podría exhibir imágenes o vídeos de personas famosas. El asunto es más serio y grave de lo que parece y atañe a todo el sector. A la libertad de prensa, al derecho a la información. Respeto a magistrados y creo en la Justicia, en su equidad y objetividad. Por eso confío en que el recurso de apelación y la valoración de los tres magistrados que revisen el caso, dicten una sentencia que no sea tan preocupante para el sector de la prensa.
¿Hay algo raro en el proceso?
Confío en la Justicia. No puedo ni debo cuestionar a profesionales públicos que velan por los derechos de todo ciudadano, sin tener en cuenta condición alguna. Solo confío en que la Audiencia Provincial haga una valoración de las pruebas y testimonios aportados. Acudiremos a las instancias que haga falta porque creemos en la Justicia.
Han sido condenados a indemnizaciones millonarias, ya es un hito en la historia de las demandas por posibles injerencias en derechos de intimidad…
Para ser rigurosos, ni el señor Arrabal ni yo, fuimos demandados. La demanda y la posterior sentencia afecta a una agencia de prensa de la que éramos responsables legales Diego Arrabal y yo. No eludimos responsabilidad alguna, hemos colaborado con la Justicia, no nos escondemos.
¿A qué se refiere?
Se habla de “persecución”. Diego Arrabal y yo hemos soportado que la policía acuda en directo a los programas en los que colaboramos para notificarnos. Jamás hemos eludido la acción de la Justicia. Nuestros domicilios los conocían y fuimos notificados sin problema. Aún no entiendo ese bochornoso espectáculo y quién y cómo conseguía que la policía acudiese con esa aparente diligencia. Diego Arrabal tuvo una notificación policial para buscar su paradero, hubo tres procesos abiertos en paralelo, uno de ellos ya archivado de manera definitiva.
Hay otra causa penal…
En la causa penal, que la lleva un juzgado de Barcelona, sí somos objeto de la querella Diego Arrabal y yo. Una vez más, tampoco los autores de las fotos…
¿Cómo está el asunto penal?
Fue archivado a petición de Fiscalía. La parte querellante apeló y fue aceptado el recurso. Estamos a la espera de juicio.
¿Qué opinión le merece Mariló Montero?
Prometo que soy sincero. Siempre me ha parecido buena profesional, simpática y agradable. Creo que alguien le ha hecho creer lo contrario. Jamás ha habido empeño en seguir su trayectoria personal, nunca ha existido animadversión hacia ella, ni personal ni profesional. Es fundamental, que quede claro, que ninguno de los reportajes objeto de pleitos son de nuestra autoría. Respeto y respetaré la Justicia. Lógicamente, quiero que la Justicia nos dé la razón, pero no variará mi opinión.
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