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¿Quién pagó qué en la boda de Ortega Cano y Rocío Jurado?
El coste de la boda se estimó en la época en 110 millones de pesetas.
Las relaciones económicas entre Rocío Jurado y los diferentes miembros de su familia protagonizarán la docuserie ”En el nombre de Rocío” y, como adelanto, en los especiales de “Regreso a Montealto”, Rocío Carrasco ha desvelado algunos detalles de como se gestionaba la economía del matrimonio formado por su madre y José Ortega Cano. Rocío no ha tenido reparo en tildar al que fuera el viudo de su madre de ser “mirado” con el dinero, lo que habría llevado a su madre a asumir la mayor parte de los gastos de la pareja. Como ejemplo y aperitivo de lo que está por venir,Rocío Carrasco asegura que “el 99% de los gastos de la boda los pagó mi madre”.
La afirmación de Rocío se sustenta en la documentación encontrada en una carpeta encontrada en el vestidor de “Villa Jurado”, junto a una caja en la que estaba el velo, la madroñera y el postizo que lució Rocío Jurado cuando le dio el “sí quiero” a Ortega Cano. En la carpeta azul, rotulada con la palabra “boda”, se encontraban presupuestos, gastos y facturas de la que, en 1995, fue considerada una de las bodas más caras del año.
Aunque no se expuso la documentación, sí pudieron ojearla Jorge Javier Vázquez y los colaboradores, que hicieron públicos algunos datos. De este modo, la audiencia pudo conocer que Rocío Jurado se hizo cargo de pagar todos los vestidos encargados al diseñador colombiano Carlos Arturo Zapata. Además de los cuatro trajes que confeccionó para la novia, diseñó dos para su hija y los de la mayoría de los parientes de los novios, entre ellos el de Rosa Benito, Gloria Mohedano, Conchi Ortega y Doña Juana, la madre del torero. Según Rocío Carrasco, la factura de todos los trajes la pagó Rocío Jurado, algo que ha indignado a los Ortega.
Además, entre la documentación, se encontraba los presupuestos del menú y todo lo relativo a la celebración del evento que tuvo lugar en la finca Yerbabuena, propiedad del torero, lugar donde, un año después, se casaba también Rocío Carrasco y Antonio David Flores. En esta segunda boda, que sí fue pagada en su totalidad por la artista, se redujeron algunos costes gracias a la enorme inversión realizada en 1995.
Así fue la boda de la tonadillera y el torero
La de La Jurado y Ortega Cano fue una de las más célebres de las uniones entre folclórica y torero. Un enlace, en el que no se escatimó en gastos, y que hizo sombra al de la Infanta Elena, celebrado el mismo año y también en Sevilla. Ambos enlaces fueron retransmitidos en directo, abrieron telediarios y adelantaron la salida de las revistas del corazón, copando sus portadas. A diferencia de la boda de la primogénita de los Reyes de España, en la de Rocío Jurado y Ortega Cano, las cámaras y periodistas estuvieron invitados al convite y a la posterior fiesta flamenca. Esto nos permitió conocer la versión juerguista del torero que no dudó en salir al escenario, junto a su apoderado, Rafael Corbelle, para cantar el célebre y criticado “estamos tan a gustito”.
Al enlace acudieron más de 1.500 invitados, entre los que, además de compañeros de profesión de los novios, políticos, presentadoras como Maria Teresa Campos y Nieves Herrero, también asistió la duquesa de Alba. La comida de la boda se sirvió en una carpa de mil metros cuadrados, en la que los invitados se distribuyeron en mesas redondas, presididas por centros de flores, y que, al igual que las sillas, fueron compradas para la ocasión. Además se construyó una nave y una ermita, esta última con capacidad para 200 personas, donde se celebró el enlace. Las vajillas y manteles, las puso el catering de Rafael Juliá, el más famoso y valorado de Sevilla, que cobró una cantidad equivalente a 40 euros por cubierto.
Según estos datos, que concuerdan con los publicados en la época, los gastos de la boda ascendieron a los 110 millones de pesetas. Una cantidad que, según Rocío Carrasco, habría sufragado al completo su madre y que, según otras fuentes consultadas de la familia de Ortega Cano, “se podrá demostrar que no fue así”. Aseguran que los vestidos de los familiares de la pareja fueron un regalo del diseñador Carlos Arturo Zapata y que, ninguno de ellos hubieran aceptado que Rocío Jurado les pagara los trajes, ya que “no somos unos muertos de hambre como están dando a entender”.
De hecho, para hacer frente a los gastos del convite, según la familia de Ortega Cano, los novios concedieron una exclusiva remunerada a la revista HOLA. Pero hay más: el coste de las obras realizadas en la finca Yerbabuena para la celebración fueron sufragadas por el torero que, para la ocasión, construyó la capilla y una nave, además de realizar importantes reformas en el cortijo que, debido a la grave cogida del torero en Cartagena de Indias, no fueron finalizadas a tiempo. Todos estos gastos podrán ser aportados por el torero si llegara el caso y será su hija Gloria Camila, desde su puesto en “Ya son las 8″, la que se encargue de desmentir a su hermana.
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