Amistad
Susana Uribarri, la poderosa mujer detrás de Ana Obregón
La representante, que afianza aún más su relación con la popular presentadora, es la responsable de sus apariciones mediáticas
La semana pasada Ana Obregón congelaba el corazón a la audiencia: «Me perdono la vida todos los días», le contaba a Bertín Osborne. La confesión de la presentadora y actriz lo hizo llorar y con él a los telespectadores que empatizaban, a través de la pequeña pantalla, con la terrible pérdida de la madre de Aless. A su lado, para contener el llanto y conseguir que la entrevista prosiguiera, estaba una amiga del alma de Ana Obregón,Susana Uribarri, su representante a la par que amiga. La relación entre ambas viene de lejos, desde que eran pequeñas. La amistad de sus respectivas familias germinó en la buena relación que trabaron sus hijas tiempo después. Hasta el punto de que decidieron consolidarla uniendo sus destinos en lo profesional. Susana es fruto de la relación entre el periodista José Luis Uribarri y Alicia Mensberger. La pareja se casó en 1964 y tuvieron dos hijas, Alicia (1964) y Susana (1966). Se divorciaron en 1985. La vida de Susana ha estado ligada a los medios de comunicación. Siguió los pasos de su padre, trabajando en TVE, en su caso, detrás de las cámaras. Trabajó como productora y directora de programas de contenido musical y entretenimiento. Hoy día recuerda aquella etapa con cariño, como una gran oportunidad de aprendizaje. En el ente público participó en programas como «Música sí», involucrándose en tareas de todo tipo desde la producción, hasta la dirección del espacio.
La «repre de los famosos»
Si bien su carrera profesional le reportó un nombre en la industria televisiva, Uribarri decidió cerrar esa etapa alejándose de la tradición familiar y centrarse en la representación de artistas. Según contaba, trabajar con artistas de la talla de Julio Iglesias le abrió la mente y le dio una idea clara de a qué quería dedicarse. Considerada como la «repre de los famosos», en el mundillo es conocida por el peso de su cartera de clientes. Tamara Falcó, Julio José Iglesias, Francisco Rivera Ordóñez, Chábeli Iglesias, Agatha Ruiz de la Prada, Concha Velasco o Albano Carrisi son parte de su porfolio de representados. Ana Obregón encabeza la nómina de todos ellos, como puede comprobarse en la página web de la productora, Alfin Producciones SL, la empresa a a través de la que gestiona las carreras artísticas de todos ellos y la sociedad mediante la cual negocia el caché que cobran por sus apariciones en medios o su participación en espectáculo de toda índole.
Alfin Producciones, radicada en Pozuelo, posee activos de 1.8 millones de euros, con un patrimonio neto cercano a los 2 millones. El últimos año, pese a la crisis, los números la acompañaron. Uribarri aumentó su facturación hasta los 261.000 euros, obteniendo resultados positivos al final de 2020 por valor de casi 40.000 en su cuenta de resultados.
Susana ha sido, como decíamos, uno de sus mayores apoyos en el último año y medio, desde la muerte de su hijo en mayo de 2020. Ha sido fundamental para salir del bache emocional que la huella de su hijo ha dejado en la presentadora. La amistad entre Susana y Ana sufrió un bache cuando la primera inició una relación sentimental con Darek Dabrowski, que fue considerada por Ana como una traición en toda regla, después de que Darek y ella hubieran sido su novios durante varios años, desde que iniciaran una relación en 2000.
Uribarri es la «culpable» de la vuelta de Ana Obregón a televisión. Tras siete meses encerrada en casa, Susana fue capaz de convencerla. «Retransmitir las Campanadas un año más en mi casa, Televisión Española, es un privilegio que no podía rechazar. Gracias por tu idea y por convencerme, Susana Uribarri, y gracias a TVE por hacerlo realidad», agradecía la presentadora a su querida mánager, aunque luego no le fue posible porque dio positivo en covid.
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