Leve mejoría
Última hora sobre el estado de salud de Jesús Mariñas: empieza a levantar cabeza
Aunque las últimas informaciones publicadas son muy alarmistas, lo cierto es que el periodista se encuentra un poco mejor
El sector de la crónica social mira con el corazón en un puño a Jesús Mariñas, que atraviesa momentos muy complicados en lo que a salud se refiere. El periodista tuvo que ser ingresado el pasado jueves en el hospital madrileño Ramón y Cajal, después de que su marido alertara a los servicios de emergencia ante la falta de apetito y la incapacidad para hablar del reconocido cronista. A los achaques propios de la edad -está a punto de cumplir 80 años- se le suma el complicado cáncer de vejiga que padece, cuya medicación hace estragos en su organismo.
Así las cosas, algunos medios han asegurado que Jesús Mariñas se debate entre la vida y la muerte, e incluso se ha publicado que ya ha sido sedado. Sin embargo, las informaciones totalmente contrastadas que llegan a LA RAZÓN apuntan justo a la dirección opuesta. El periodista ha experimentado una leve mejoría, por fin ha empezado a hablar y se encuentra plenamente consciente. Ha superado los reconocimientos médicos y hasta ha recuperado el apetito. De hecho, ha pedido al personal del hospital unos cuantos bombones, y es que ni en sus momentos más complicados puede escatimar en su gran pasión: el chocolate.
“Jesús aguanta lo que le echen”, celebró Elio, su marido. El periodista está levantando cabeza e incluso se permite algunos chascarrillos y bromas con el personal médico que lo está tratando. Son muchos los compañeros de profesión que se han puesto en contacto con él para enviarle un mensaje de ánimo y apoyo. Entre ellos, María Teresa Campos, que le ha invitado a su nueva casa en cuanto se recupere. En un principio, se apuntó a que Mariñas permanecería ingresado en el hospital hasta hoy, pero parece que el personal ha decidido alargar su estancia para que se recupere completamente.
Problemas en la ambulancia
La noche en la que tuvo que ser ingresado, Elio y Jesús Mariñas protagonizaron un incómodo desencuentro con los trabajadores de la ambulancia que fue a recoger al periodista. Al parecer, el personal quería trasladarlo hasta el hospital de su barrio, pero el periodista y su pareja solicitaron varias veces que los llevaran hasta el Ramón y Cajal, donde se encuentra el equipo oncológico que está tratando el cáncer de vejiga que padece. Ante las constantes negativas del equipo médico, los dos abandonaron el vehículo y, finalmente, tuvieron que presentarse en la clínica mediante los servicios de un taxi.
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