Los guardaespaldas de Miguel Bosé “ensucian” la deteriorada imagen pública del cantante

Entre guardias de seguridad y amigos guardaespaldas, Miguel Bosé demostró su animadversión hacia los periodistas mientras firmaba ejemplares de su autobiografíaen la Feria del Libro del parque del Retiro madrileño.

Desagradable y mudo, no contestó a una sola de las preguntas de los reporteros que intentaban entrevistarle. Y su pandilla de guardianes hizo lo que pudo para impedir que los profesionales de la información se acercaran a Miguel. Es más, uno de ellos empujó a un cámara del programa “Socialite” que casi se da un golpe con una farola.

Bosé contemplaba de esta forma como su imagen sigue deteriorándose de cara a una opinión pública que le lleva censurando su apoyo a los negacionistas del coronavirus. Y con la actuación de sus guardaespaldas flaco favor le hacen a quien lleva perdiendo seguidores en las redes sociales en los últimos dos años por su postura en contra del COVID 19.

Evidentemente, en su visita a Madrid no se ha interesado lo más mínimo por el concurso de su ex pareja, Nacho Palau, en la isla de “Supervivientes”. La relación entre ambos parece inexistente y se comunican por mediación de sus abogados.

Desgraciadamente, en esta falta de armonía los más perjudicados son los cuatro hijos, dos de Nacho, dos de Miguel, de la ex pareja. Los niños se ven muy poco, aunque mantienen contacto gracias a las plataformas de Internet y a las videollamadas.