Muere Olivia Valère, la reina de la noche marbellí

Olivia Valère, uno de los rostros más conocidos del ocio nocturno marbellí y parisino ha perdido la vida a los 75 años tras padecer una larga enfermedad.

La empresaria será recordada por ser una de las primeras mujeres en lanzarse a abrir un negocio en el mundo de la noche, en un momento en que los hombres dominaban el sector. De hecho, confesó que, al principio de su andadura en los negocios, tuvo problemas a la hora de dirigir a su propio personal. “Cuando tienes algunos hombres que son muy machistas, no es fácil que te escuchen y necesitas mucho tiempo para que la gente te respete. Al final me querían, pero al principio no entendían que una mujer joven pueda llegar a ordenar, además los españoles, que son muy machistas”, recordó en una entrevista publicada en ‘Málaga hoy’.

Corría el año 1981 cuando inauguró en París un club que llevaba su nombre, y a partir de ese momento empezó a hacerse un hueco entre los gigantes del ocio nocturno. Poco después, y tras pasar unas vacaciones en Marbella junto a su amiga, la cantante Kimera, Olivia se enamoró perdidamente de la ciudad y tomó la decisión de mudarse a la Costa del Sol. Allí abrió un nuevo local que le permitía explotar la temporada veraniega que no podía aprovechar en la capital francesa. Por aquel entonces, lo último que la empresaria podría imaginar es que terminaría levantando un imperio millonario que la catapultaría a lo más alto de su carrera.

Más allá de sus discotecas, Olivia Valère desarrolló otros muchos negocios en Marbella que la consagraron como una de las figuras más importantes de la ciudad malagueña. Nao Pool Club, un restaurante con piscina, música y zona de copas, es solo una de las joyas de la corona de su vasto entramado empresarial, junto con Karen Valère, un salón de estilo oriental; y Mikado, un restaurante de sushi. Todos estos locales, dirigidos a un público selecto y de gran poder adquisitivo, le reportaron beneficios millonarios.

En lo que respecta al plano sentimental, podría decirse que Olivia Valère corrió la misma suerte que en el empresarial. La reina de la noche marbellí se casó en dos ocasiones. Primero, con Alberto, y después con Felipe. Los tres formaron una especie de triángulo amoroso que, en su día, llamó la atención de los medios, puesto que todos siguieron conviviendo bajo el mismo techo junto a sus hijos: Arnaud, Karen y Xavier.

La muere de Olivia ha llenado de tristeza a su familia. La empresaria deja atrás a unos hijos que adoraba y a unos nietos de los que decía estar orgullosa. También muchos amigos y demás seres queridos que solo tienen buenas palabras para ella. Marbella entera sale perdiendo con la marcha de una mujer que dedicó buena parte de su vida a hacer feliz a los demás. “Alguien que siempre está alegre y quiere tanto a los demás siempre es necesario en esta vida. Para mí, dar felicidad a la gente es una necesidad”, señaló ella misma en su última entrevista con LA RAZÓN.