Opinión

El diario de Amilibia: Si me duele España, ¿caerá un poco de maría?

“Calviño habla de cuellos de botella en las cadenas de suministros, y yo sueño con pegarle a la botella como en los viejos tiempos”

Nadia Calviño
Nadia CalviñoMINISTERIO DE ASUNTOS ECONÓMICOSMINISTERIO DE ASUNTOS ECONÓMICOS

Si el tiempo que dedica el Gobierno a buscar culpables, rectificar y reconocer lo evidente lo empleara en hallar verdaderas soluciones, España sería Noruega, pero el circo resultaría más aburrido. Ha dicho Nadia Calviño: «Está claro que tenemos que trabajar con un nuevo escenario de inflación más alta durante más tiempo a nivel internacional». La clave está en esas últimas palabras: «a nivel internacional», o sea, que lo malo que nos sucede es un mal común, global. Mal de muchos, consuelo de españoles. Putin y su guerra es culpable de todo, dicen nuestros prestidigitadores, mientras ya preparan el terreno para que nos hagamos a la idea de que aquellos famosos 140.000 millones de los fondos europeos para la recuperación no van a servir para mucho: la inflación arrasa con todo. Ale hop, se acabó la fiesta antes de empezar.

Nadia Calviño
Nadia CalviñoAlberto R. RoldánLa Razón

Calviño habla de cuellos de botella en las cadenas de suministros, y yo sueño con pegarle a la botella como en los viejos tiempos. Un consuelo imposible, el cuerpo ya no admite vicios del pasado. No busquen la luz en este caos: está muy cara. Si quieren esperanza, piensen que los porros dispensados por la Seguridad Social están cada día más cerca: ya hay aval del Congreso a la utilización del cannabis medicinal. Saben que sufrimos y ya nos preparan parches de marihuana, jarabe de costo o paracetamol con su gotita de mandanga. Además, un país de colocados aliviaría mucho el paro. Y dice Bill Gates: «Sólo se puede ser optimista a largo plazo si se es lo suficientemente positivo para sobrevivir a corto plazo».

No sé qué bebe este hombre por las mañanas. Doctor, me duele España, ¿podría recetarme un poco de maría?