'Supervivientes'
El maestro de esgrima le da la estocada a Anabel Pantoja
Cuando la sobrina de la tonadillera regrese de la isla hondureña se va a encontrar con que su novio debe seguir un régimen estricto y una normativa de entrenamiento
Que Anabel Pantoja no es plató de buen gusto par la familia de Yulen Pereira, no es nada nuevo. Consideran a la pantojita chica una rémora en la carrera del “espadachín” de élite, y su padre y entrenador, Manuel Pereira, ya le ha puesto claras las normas a seguir para prepararse a conciencia para las próximas Olimpiadas.
Esto significa que el maestro de esgrima le da la estocada a Anabel con toda las de la ley. Porque cuando la sobrina de la tonadillera regrese de la isla hondureña se va a encontrar con que su novio debe seguir un régimen estricto y una normativa de entrenamiento que le tiene ocupada la mayor parte del día.
Con ello, los planes que ella quiere imponer a su chico se vienen abajo y, si ella decide seguir asentada en Canarias, poco verá al deportista.
Yulen lo sabe, pero se cierra en banda y se hace ilusiones con una relación sentimental que podría no llegar a buen puerto. No quiere reconocer que está, nunca mejor dicho, entre la espada y la pared, y que debe elegir entre los rigores de ser deportista de primera categoría y lo que siente su corazón. Difícil tarea.
Anabel tampoco parece darse cuenta de que su nueva pareja necesita seguir unas normas tan rigurosas, piensa incluso que logrará convencerle para que inicie una nueva vida a su lado en las islas. Deseo imposible.
La esgrima es el modus vivendi de Yulen, sueña con convertirse en campeón olímpico, son muchos años de duro entrenamiento, de éxitos y sinsabores, de trofeos conseguidos. Y eso no se puede borrar de repente.
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