Así es el rey del cannabis que quiere cerrar Magaluf: su plan para vengar la muerte de su hermano

El nombre de Maximillian White puede, a priori, no decir mucho, pero al referirse a él con su apodo, “el rey del cannabis”, la cosa cambia. Se trata de uno de los empresarios que comercia, legalmente, con esta sustancia más relevantes a nivel internacional. Su aventura comenzó con la compra de 35 hectáreas de terreno en el Algarve portugués para plantar marihuana destinada a uso medicinal, y ahora las acciones de su sociedad podrían estar a punto de alcanzar los 3.500 millones de euros, según apunta la revista “Forbes”. El inglés se ha hecho con una fortuna tan grande que incluso podría acabar con el ocio de una ciudad entera si así se lo propusiera, y parece que va en camino de hacerlo.

Recientemente, su hermano Tobias perdió la vida tras una noche de fiesta en la zona de Punta Ballena de Magaluf, en Mallorca. Tras pasar varios días en coma inducido, el hombre de 37 años murió y dejó al empresario y al resto de su familia sumidos en una profunda pena. Ahora, Maximillian White se ha propuesto llegar al fondo del asunto, dispuesto a vengar el fallecimiento mediante una investigación privada en la que ya ha invertido más de un millón y medio de euros y que cuenta con la ayuda de agentes del MI5, el servicio de inteligencia británico.

El empresario considera que Punta Ballena se ha convertido “en un lugar peligroso para las personas”, y lo cierto es que, atendiendo a las informaciones que cada verano llegan desde Magaluf, relativas a tráfico de drogas, abusos sexuales o peleas, parece que no se equivoca. El caso es que Maximillian White se ha propuesto invertir parte de su fortuna en comprar todos los locales de ocio de la zona para cerrarlos de forma definitiva, una buena noticia para los vecinos de la localidad, que durante años se han estado quejando del declive que ha sufrido por culpa del turismo de fiesta.

Sobre la muerte del hermano de Maximillian White circulan dos versiones muy diferentes: la oficial asegura que Tobias falleció a consecuencia de un excesivo consumo de drogas y alcohol, pero la familia cuenta una historia muy diferente. Su relato asegura que la víctima se encontraba esperando para recibir una mercancía cuando los porteros de la discoteca de Magaluf en la que se encontraba le asaltaron sin razón alguna. “Él no sabía qué pasaba e intentó resistirse. Tres o cuatro porteros le llevaron a una esquina del club, le tiraron al suelo y comenzaron a golpearlo. Le pusieron unas esposas y siguieron golpeándolo con violencia”, exponen a “The Mirror”.