Familia
La discreción del matrimonio Nadal-Perelló
La familia está muy molesta ante la filtración del ingreso hospitalario de Mery Perelló
Los médicos no quieren darle el alta hospitalaria y continuará ingresada mínimo hasta la semana 34 de embarazo y en situación de reposo absoluto. En caso de producirse, la recomendación sigue siendo clara: nada de volver a la vivienda habitual del matrimonio en Porto Cristo, pues los doctores quieren tener cerca a Mery Perelló por si surgiera cualquier complicación que supusiera un riesgo para el bebé y por eso, desde su círculo más cercano se está manejando la idea de que la futura mamá se quede en la vivienda que su cuñada, Maribel Nadal tiene en Palma hasta que se ponga de parto. A la espera de cómo evoluciona la paciente y la decisión médica final, pues aún no está descartada la intervención, la familia, muy molesta ante la filtración del ingreso de la mujer de Rafa Nadal, centra sus esfuerzos ahora en averiguar el «agujero» entre el personal de la clínica privada. Para ello han adoptado la estrategia de lanzar diferentes informaciones para ver si encuentran a la «garganta profunda». Una de ellas, anunciar un posible traslado de la esposa del tenista manacorí a otra clínica del centro de Palma.
Pero la realidad sigue siendo complicada, no porque la vida de la joven y el bebé corra peligro, ni mucho menos, pero se necesita que el niño siga cogiendo peso antes de asumir ningún tipo de riesgo. Eso sí, el matrimonio Nadal Perelló ya tienen asumido que la gestación no llegará a término, es decir, a la semana 40 y que el pequeño será prematuro.
La discreción de la que siempre ha hecho gala la familia Nadal, que solo publica fotografías personales en sus redes sociales y en momentos de ocio o celebración, es de sobra conocida. No lo ha sido menos con el embarazo, que solo se confirmó a través de unas imágenes exclusivas ante las que el tenista no pudo negar la evidencia. Sorprende, sin embargo, que los padres de Mery y la madre de Rafa, estén tan enfadados con el hecho de que la noticia haya salido a la luz cuando, antes de hacerse pública, su presencia en la cafetería de la clínica privada era constante. Allí, familiares de otros pacientes eran testigos de la cara de preocupación que arrastraban y de algunas conversaciones en las que se confirmaban que el bebé era un niño pero aún «muy pequeño para nacer». Otros testigos aseguran que la pasada semana la futura mamá había recibido la visita de Carolina Cerezuela, mujer del entrenador de Rafa, Carlos Moyà. Lo cierto es que, desde que se conoce su ingreso, los familiares acceden a la clínica por el parking privado que se encuentra junto al tanatorio. De esta manera es imposible fotografiarlos.
Ajena al trasiego y el ir y venir de personal, enfermos y acompañantes, Mery Perelló continúa ingresada en la habitación vip de la clínica, desde donde está en permanente contacto con su marido, que ayer comenzó su participación en el US Open. Según ha podido saber LA RAZÓN, no está para nada descartada la idea de que el tenista manacorí tuviera que renunciar al torneo y regresar a la isla si, finalmente, Perelló tuviera que pasar por quirófano o se pusiera de parto de manera prematura. Todos los escenarios están abiertos.
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