Tensión

Así fue la tensa reunión de Shakira y Piqué: “No se miraron a la cara”

Aunque han llegado a un acuerdo, la relación entre ellos es de lo más distante

Shakira y Piqué en una imagen de archivo
Shakira y Piqué en una imagen de archivoMiguel RajmilAgencia EFE

El pasado 7 de noviembre se produjo la última reunión de Shakira y Gerard Piqué para llegar a un acuerdo sobre la custodia de sus hijos. Tras más de doce horas de conversaciones con sus respectivos abogados, Pilar Mañé y Ramón Tamborero del Pino, por fin alcanzaron un trato. “Hemos acabado, hemos firmado y de mutuo acuerdo. Se ha llegado a un acuerdo. Estamos felices”, celebraron los letrados a la salida de la casa de Barcelona, donde la cantante y el futbolista vivieron cuando eran una pareja feliz y que ahora está a la venta.

Se acordó en ese largo y tenso encuentro que Shakira se trasladaría a Miami con sus hijos después de las fiestas de Navidad, aunque Gerard Piqué podrá viajar hasta el otro lado del charco para ver a los niños siempre que quiera, y los gastos correrán a cuenta de los dos progenitores.

Shakira y Piqué con sus hijos
Shakira y Piqué con sus hijosAgenciasGtres

El catalán cedió así a las exigencias de su expareja, y dicen que por el bien de los niños. Sin embargo, desde “Sálvame” se dejó caer que Shakira podría contar con algunos comodines que habría utilizado para advertir a Gerard Piqué. “Hubiera ensuciado el juego”, decía Gema López. Así las cosas, y a pesar del acuerdo alcanzado, la relación entre la cantante y el exfutbolista, que acaba de abandonar el terreno de juego, es de lo más tensa. “Lo han hecho por sus hijos, pero el distanciamiento entre ellos sigue siendo abismal. Shakira y Piqué no se dirigieron ni una sola palabra en la reunión, ni siquiera se miraron”, cuentan a la revista “Semana” fuentes próximas a la expareja.

El único punto en que Shakira y Gerard Piqué estaban de acuerdo es que no querían llegar a juicio, tal y como revelan al mismo medio: “Querían evitar que los niños tuvieran que pasar por el tortuoso proceso judicial con duros estudios de peritos educacionales, el calvario de acudir al juzgado y declarar ante equipos de psicólogos infantiles y generar engorrosos informes judiciales de cada parte”.