Ortega Cano se convierte en tuno al ritmo de rancheras

Está desmadrado, se siente libre y rememora sus años de soltería haciendo lo que durante su matrimonio con Ana María Aldon tenía olvidado.

Hace unos días, José Ortega Cano acudía a la entrega de premios taurinos que cada año organiza su gran amigo, Vicente Ruiz “El Soro”, y acabó entonando rancheras y compartiendo juerga musical con una tuna. Incluso se puso la capa de tuno al ritmo del icónico “Clavelitos”. Entre los presentes, una infanta Elena que aplaudió la iniciativa del viudo de Rocío Jurado.

El veterano torero parece haber recuperado la alegría tras meses de sufrimiento por sus problemas conyugales. Es evidente que se ha hecho a la idea de que el divorcio está a la vuelta de la esquina, y ya le hemos visto flirtear con algunas mujeres. Con una de ellas, Isabel, estuvo bailando en un acto celebrado en un restaurante madrileño. Con otra, Karen, amiga de toda la vida, casada y madre de tres hijos, hija del fallecido diestro Joselillo de Colombia, aparecía esta misma semana en la portada de una revista.

Pero que nadie busque nada distinto a una buena amistad. Eso es lo que nos asegura uno de sus íntimos. “José no es el hombre aburrido como algunos programas le califican. Tiene un gracejo muy especial, y si se encuentra a gusto en un sitio, se une rápidamente a la fiesta.”

Se cumple el “tan agustito” de hace años, cuando se puso a cantar, eso si, un poco “perjudicado” en la celebración de la boda en su entonces finca Yerbabuena de Rocío Carrasco y Antonio David Flores.