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Eva González olvida sus males con Cayetano Rivera con otro misterioso hombre

La modelo ha disfrutado de una noche de fiesta con algunos amigos en Sevilla

Eva González durante una fiesta
Eva González durante una fiestaLa RazónGtres / Diez Minutos

“Yo decidí que esta noche se sale, con todas mis motomamis”. Eva González se ha tomado la pie de la letra el último éxito de Rosalía y ha olvidado sus males con Cayetano Rivera en una divertida juerga con sus amigas, tal y como demuestran las imágenes publicadas en la revista “Diez Minutos”.

El magacín cuenta que la presentadora “se desmelena por Navidad” e ilustra su velada más ociosa con una imagen de la sevillana junto a un misterioso hombre con el que derrocha mucha complicidad. Salta a la vista que lo está pasando en grande y que por fin levanta cabeza tras una época algo complicada.

Según el citado medio, Eva González y sus amigos, entre los que se encuentra este chico anónimo, disfrutaron de una comida de Navidad en el centro de Sevilla, pero la jornada se alargó hasta la noche y la pandilla terminó su juerga en un conocido parque de la Capital Hispalense.

Cayetano Rivera y Eva González
Cayetano Rivera y Eva GonzálezJesus BrionesGTRES

Las imágenes se publican justo una semana después de que otra conocida revista anunciara que Cayetano Rivera ya tiene una casa de soltero en la que instalarse tras su ruptura con Eva González, y se mostraron incluso fotografías del inmueble.

Pese a la separación, desde el círculo íntimo de la presentadora y el torero se asegura que entre ellos sigue existiendo cierta cordialidad. De hecho, Eva González se llevó las manos a la cabeza cuando se le preguntó por la nulidad eclesiástica que supuestamente habrían solicitado. “Qué barbaridad, por Dios”, sentenció la sevillana.

Aun así, las noticias que llegan de su último encuentro, que tuvo lugar en el que hasta ahora había sido su hogar, apuntaban a una cita breve y fría, en la que no intercambiaron palabra y apenas se miraron. De momento, los protagonistas siguen guardando silencio y, teniendo en cuenta la discreción que siempre les ha caracterizado, es probable que nunca lo rompan.