Empresarios

Sergio Álvarez y Sergio Ramos, el exitoso binomio de dos números uno

El ex de Marta Ortega cumple 38 como un jinete de reconocimiento mundial y un empresario de éxito junto al sevillano

Sergio Alvarez de Moya y ‘Malibu de Muze’ en el Longines Global Champions Tour
Sergio Alvarez de Moya y ‘Malibu de Muze’ en el Longines Global Champions TourManuel Queimadelos Manuel Queimadelos

Sergio Álvarez Moya cumple hoy 38 años, convertido en un jinete de éxito y alejado de la alargada sombra de su ex, Marta Ortega, quien le lanzó a la fama tras emparentar con la familia más rica de España. La pareja contraía matrimonio en febrero de 2011, tras varios años de relación que nació a raíz de una pasión en común: los caballos. La suya fue una relación discreta, que se fraguó entre cuadras y picaderos, y alejada de la presión mediática de las miradas indiscretas. Sergio era un joven jinete asturiano, nacido en Avilés, con unas condiciones innatas, que ya destacaba en los certámenes hípicos internacionales; ella la «zariña» de Inditex, heredera del mayor emporio empresarial levantado por su padre, Amancio Ortega, la mayor fortuna del país.

Su boda, celebrada en el pazo familiar propiedad de Ortega en la localidad coruñesa de Anceis, fue una muestra más de esa discreción de la que siempre han hecho gala. Contrajeron matrimonio en una sobria ceremonia lejos de los fastos multitudinarios de los ricos.

Tras su separación amistosa, en diciembre en 2014, Sergio también rehízo su vida. Su corazón lo ocupó por un tiempo la arquitecta y amazona Nina Ulenberg, con quien mantuvo una relación hasta bien entrado 2018. A día de hoy, la pareja parece haber roto.

Amores aparte, los negocios tampoco le van mal al jinete. En 2018 el asturiano abría, tras dos años de obras, el Centro de Alto Rendimiento Hípico La Moraleja. Unas instalaciones de lujo con los últimos avances de 26.000 metros cuadrados donde la familia Álvarez Moya, aparte de alquilar sus cuadras a los mejores jinetes internacionales, entrenan algunos ejemplares para explotar su mejor rendimiento y después revenderlos. Sergio gestiona la instalación y el negocio de la compra venta de equinos a través de la sociedad Álvarez Moya Horses SL. Localizada en Alcobendas, las últimas cuentas presentadas en 2020, revelan ventas por valor de 6,4 millones de euros, con beneficios al final de ejercicio de 529.000 euros, unas cantidades que avalan el espíritu empresarial de ex de Marta Ortega, que ha encontrado en la «explotación de caballos» un negocio de de lo más próspero. La evolución de la sociedad, además, es más que positiva: la facturación de la sociedad en 2019 fue de 5,7 millones de euros. El asturiano ha delegado en sus hermanos Julio César y Pablo otros negocios familiares que tiene que ver con los equinos, como Álvarez Moya Sports Horse SL o Game Now SL, la empresa heredada de su padre dedicada a la venta de máquinas recreativas.

Socio de Sergio Ramos

Precisamente, los caballos le han unido a otro número uno y gran aficionado a la equitación, su amigo y jugador del Paris Saint Germain, Sergio Ramos. El camero y Álvarez Moya, unieron su pasión por los equinos en 2021 cuando compraron la yegua Eliante Z, con la que Álvarez participó en varios torneos hípicos. Pero el gran «pelotazo» de la pareja llegaba en febrero de 2021 cuando el jinete acordó con Ramos la compra de «Álamo», un ejemplar de raza KWPN ganador de la final de Copa del Mundo y de la final Top 10 y considerado el mejor del mundo. Pero la excelencia también se paga. Ramos y Álvarez Moya se tuvieron que rascar el bolsillo, pagando 1,5 millones de euros para hacerse con él. Los resultados del equino han avalado en cifras la inversión. El jinete ha competido a sus lomos desde hace casi dos años y lo ha convertido en poco tiempo en una estrella mundial. Con él ganó el Gran Premio CSI3*de Gorda Minore (Italia) y consiguió ser campeón de verano e invierno del Concurso Hípico de Casas Novas en 2022.

Quizás por eso ha resultado más sorprendente la decisión de los dueños de venderlo. Álvarez lo anunciaba en Instagram: «Gracias Álamo, te vamos a echar mucho de menos en casa. Mucha suerte en tu nuevo hogar. Gracias por ser mi compañero». «Álamo» viaja de camino a las cuadras de su nuevo propietario, al parecer un rico jinete saudí. Todo apunta que la venta del ejemplar ha sido millonaria.