Vargas Llosa cura su mal de amores refugiándose en el vals criollo

Isabel Preysler ya pertenece a un pasado que no volverá.Mario Vargas Llosa se refugia en su familia, incluso se rumorea una posible reconciliación con su ex esposa Patricia, y en la literatura.

Cura su mal de amores culminando un curioso libro sobre el vals criollo peruano, en el que los sentimientos son parte esencial de sus composiciones.

El Nobel es un fan de uno de los máximos exponentes de ese estilo musical, Chabuca Granda ( que popularizó temas como “La flor de la canela”, “Fina estampa” o “Puente de los suspiros “) y de los valses más antiguos, del siglo XIX y principios del XX, denominados como de “La guardia vieja”.

También admira las versiones que la española María Dolores Pradera hizo de temas tan icónicos como la misma “La flor de la canela, o la que realizó la francesa Edith Piaf de “Que nadie sepa mi sufrir”.

Mario posee una excelente colección de discos en la que se escuchan los valses más conocidos, que han sido la mayor fuente de inspiración para su libro. Uno de los más afamados compositores españoles, Manuel Alejandro , compuso a ritmo de vals peruano “Chabuca limeña”, una canción en honor de Chabuca Granda y que cantó Raphael.

Aunque intenta aparentar una tranquilidad absoluta, fuentes cercanas a Vargas Llosa nos confirman que “su ruptura con Isabel no fue lo que se dice muy serena, tuvieron sus más y sus menos y algunas rencillas de difícil olvido. Llegó un momento en el que la relación era imposible. Lo mejor era tomar caminos separados… por el bien de los dos”.

Y así lo hicieron. Por parte de la familia Preysler no se han hecho comentarios sobre el adiós de la socialité y el escritor, pero sabemos que los hijos del hispanoperuano nunca vieron con buenos ojos el noviazgo de su padre con Isabel. Por eso, ahora intentan que su padre se reconcilie con su madre, Patricia Llosa.