Hoy comienza el juicio
De 24 millones de euros a cero: así se esfumó la fortuna de Arancha Sánchez Vicario
Hoy comienza en Barcelona el juicio, en el que la extenista se enfrenta a una posible pena de cuatro años de prisión.
La fortuna que Arancha Sánchez Vicario acumuló en premios y contratos publicitarios llegó a alcanzar los 30 millones de dólares, unos 24 millones de euros al cambio actual. Sin embargo, tras su matrimonio con Josep Santacana, 15 años después, la extenista vive del dinero con que le dejan sus amigos.
Desde que se retiró hasta su segunda boda en 2008, con Josep Santacana, Sánchez Vicario había confiado la gestión de su patrimonio en su padre, Emilio. Pero desde su boda con Santacana, exayudante de un subastero, dejó de confiar en su padre y delegó su economía en su marido, que había sido condenado por estafa y tenía una larga lista de deudas impagadas a particulares, empresas y bancos, entre ellos el Sabadell y La Caixa.
Los padres de Arancha Sánchez Vicario gastaron casi 100.000 euros para investigar el pasado del novio de su hija, y al conocer su mala gestión profesional, le aconsejaron a su hija firmar un contrato prematrimonial (capitulaciones) para que renunciara a la fortuna y demostrara, así, que se casaba por amor. Santacana... lo rechazó.
La tenista tenía entonces varias propiedades inmobiliarias de lujo en España y Andorra valoradas en 17 millones de euros. Tenía una vivienda en la avenida Diagonal de Barcelona, un piso vacacional en S’Agaró (Girona), un chalet de lujo en Formentera, aparcamientos en Sant Just (Barcelona), un piso en Esplugues de Llobregat y otro en Andorra. Además, contaba con sociedades en Uruguay, cuentas y fondos de inversión en Andorra, Suiza y Luxemburgo. Un patrimonio que en su mayoría ha pasado a manos de su ex.
La fortuna de Sánchez Vicario comenzó a caer en desgracia debido a una inversión en la estafa piramidal de Bernard Madoff y por la crisis inmobiliaria que sufrió España en esa época. Pero su verdadera ruina llegaría de la mano de Santacana.
Empezaron entonces también los problemas con su familia. En especial con su hermano Javier, al que acusaba de haberle robado. En los primeros años de su matrimonio con Santacana se "convenció" de que toda su familia se había beneficiado de su dinero y que solo su entonces marido podía ayudarla y asumir la gestión de su patrimonio.
Sánchez Vicario incurrió en una deuda con el banco de Luxemburgo, que ahora reclama 7,5 millones a la tenista en un juicio que podría terminar en cárcel. Mientras tanto, su marido fue transfiriendo los inmuebles de Arantxa a empresas controladas por él o su entorno. Hasta el piso en la avenida Diagonal donde vive la madre de Arantxa cayó en las manos de Santacana, según explican desde su entorno.
“Se ha llevado hasta mis trofeos”, declaró Sánchez Vicario a la revista ¡Hola!.
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