Alejandra Rubio abre el álbum de su plan casero (pero romántico) con Carlo Costanzia

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia estaban en boca de todos hasta que la ruptura de Álvaro Morata y Alice Campello les hizo sombra. No obstante, la pareja se resiste a dejarse opacar y ha dado un paso poco habitual en ellos, más después de mostrar su deseo de alejarse un poco de la atención mediática. A la espera de que nazca su primer hijo, concebido en las primeras etapas de su relación, la que fuese colaboradora de Telecinco está enamoradísima del cantante. Así lo ha querido gritar a los cuatro vientos en sus redes sociales, para despejar cualquier duda que pudiese existir sobre la verdad de sus sentimientos. Está viviendo una auténtica historia de amor que hace un año no podría imaginar. Conoció al hijo de Mar Flores en diciembre, les pillaron en enero y su primer aniversario seguramente lo hagan ya convertidos en padres, pues se le espera para las Navidades.

Pero la hija de Terelu Campos sabe bien que sus palabras no siempre son tenidas en cuenta, de ahí que haya optado a ceder el protagonismo a las imágenes. En su empeño de reconducir su carrera a las redes sociales y ser influencer como fuente de ingresos principal, la joven ya ha comenzado a abrir más parcelas de su intimidad. Así lo hace al hablar más de sus sentimientos o de mostrar su rutina, con pequeños momentos antes privados, ahora compartidos con más de 320.000 seguidores. Y, por supuesto, ahora todo lo que les rodea, además de los nervios de que van a ser en breve uno más, es el amor. Lo ha hecho con un carrusel de fotografías en el que muestra cómo es un día tranquilo en casa con Carlo, disfrutando de los pequeños placeres de la vida, tan mundanos que nunca antes lo presumía.

Como ya hizo al mostrar su romántica cita en un exclusivo restaurante de Málaga, ahora Alejandra Rubio muestra su plan más casero con Carlo Costanzia. La primera foto es ella quien toma todo el protagonismo y luce el look del día desde el espejo del ascensor. También otra instantánea para marcar el final de un libro que le ha encantado y del que promete una recomendación para más adelante.

Pero llega lo más esperado al ver a la pareja junta besándose frente al espejo. Carlo Costanzia la abraza por detrás posando su mano sobre su vientre, donde se gesta su hijo. Ella, aunque se tape la cara con el móvil, no puede esconder su amplia sonrisa que le va de oreja a oreja al saberse amada por su chico. El mismo que después debe compartir con su perro, que no se separa de él en ningún momento en el sofá. O la foto final, que muestra su menú para la cena, unas fajitas de pollo y pimientos acompañados de pico de gallo y guacamole. Un caprichito quizá de Alejandra Rubio, que seguro acompañó con una sesión de peli y muchos mimos.