Alejandro Sanz, declarado en rebeldía

"En rebeldía", así ha declarado la Justicia al cantante Alejandro Sanz al no hacer frente a las deudas millonarias que arrastra por sus mansiones de Miami. Según desveló hace unos meses, el artista había sido condenado a pagar tres millones de euros y se le iban a embargar sus propiedades. Tras dictarse aquella sentencia, Sanz no ha pagado lo que debe y el Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ha puesto en marcha un proceso para notificarle la obligación de pagar, previa a la confiscación de su patrimonio, según publica El Mundo.

Después de ser incapaz de comunicarle la resolución judicial personalmente, la juez que lleva el caso ha declarado "en situación de rebeldía" a una de las sociedades sobre las que gravita su fortuna, Alkazul S.L. Al no personarse en el procedimiento, la Justicia interpreta que el artista está intentando evitar por todos los medios la resolución judicial para prolongar un proceso que ya lleva años persiguiéndole.

Este episodio, según publica el mismo medio, tiene lugar después de que la magistrada María del Rocío Montes decretara, con el visto bueno de la Fiscalía, la ejecución de una sentencia dictada contra Sanz por la Corte de Miami hace dos años. A través de esta resolución se condenaba al artista al pago de los tres millones para los que ahora tiene que responder con su patrimonio personal.

El artista adquirió en Miami dos inmuebles por los que pagó siete millones de dólares. Uno de ellos, una casa construida en 1933 con 3.000 metros cuadrados, seis dormitorios, cinco baños, estudio de grabación, piscina y muelle privado en Sunset Lake, por la que pagó 4,7 millones de dólares. Para pagar este inmueble el Total Bank de Florida le concedió a la empresa Gazul Producciones S.L.U, varios préstamos.

Para financiar esta operación, la entidad Total Bank de Florida le otorgó varios préstamos que el artista ha dejado de pagar, por lo que la entidad financiera los ha cedido a su vez al fondo de inversión americano SHEDDF2. En noviembre de 2019, y sin alcanzar un acuerdo con Sanz, este fondo decide poner en marcha un proceso de ejecución hipotecaria para hacerse con las propiedades y venderlas. El proceso se desarrolló en Miami y al igual que está ocurriendo ahora en España, las sociedades del cantante no se dieron por aludidas y no contestaron la demanda. De hecho, ya fueron entonces declaradas en rebeldía por la Corte del condado de Miami-Dade.

Al mismo tiempo que se desarrollaba este proceso judicial los abogados del cantante firmaron en febrero de 2020 un documento para ceder los inmuebles al fondo SHEDDF con el objetivo de que procedieran a su venta y liquidaran las deudas pero la transacción no pudo materializarse, según aseguran a LOC fuentes próximas a la operación, tanto por el elevado precio exigido por Sanz, que pretendía venderlos por unos 14 millones como porque no facilitó toda la documentación para realizar una venta en tiempo y forma.

Fue entonces cuando la Justicia americana dictó sentencia el 28 de septiembre de 2020 en la que se reconocía la existencia de una deuda a nombre de Alejandro Sanz que ascendía a 11.951.895 dólares. Se precisaba que la deuda se hiciera efectiva con la subasta de las viviendas. Finalmente los inmuebles se vendieron por 9.475.367 dólares. El resto de la deuda, unos tres millones de euros, quedó reflejada en una nueva sentencia.