
Reacciones
Alfonso Arús, sobre la ruptura de Kiko Rivera e Irene Rosales: "Ella ha aguantado mucho, todo tiene un límite"
El presentador y su equipo en Aruser@s analizan la separación más comentada del momento, marcada por la discreción de Irene y las sombras del pasado de Kiko

La separación de Kiko Rivera (41) e Irene Rosales (34) ha generado una avalancha de reacciones en los medios, y uno de los primeros en abordarla ha sido Alfonso Arús desde su programa Aruser@s. El presentador, siempre con su característico tono directo, se mostró poco sorprendido ante la noticia publicada en exclusiva por Semana. "Muy sorprendente no es", afirmó, apuntando a la larga trayectoria de obstáculos que la pareja había tenido que enfrentar en sus once años de relación.
Tatiana Arús, parte del equipo, explicó en el espacio que la ruptura se ha producido "de forma cordial y sin terceras personas", desmintiendo así cualquier rumor de infidelidades. El análisis de los colaboradores fue más allá de lo meramente informativo: Jabifus, con su enfoque astrológico, se refirió a la volatilidad de los signos de aire en el terreno amoroso. "A nivel de pareja es un visto y no visto, pueden estar fenomenal y romper de la nada", aseguró, adelantando que en el próximo programa profundizará en la relación a través de las cartas.
La voz de la experiencia
El comentario más contundente vino de la mano de Angie Cárdenas, quien recordó los momentos en los que la propia Irene Rosales habló abiertamente del difícil pasado de Kiko y de las batallas que él mismo reconoció haber librado: sus adicciones, sus inseguridades y ese "demonio interior" al que hacía referencia su mujer. "Ella pensaba que iba a cambiar", recordó Cárdenas, subrayando la paciencia y fortaleza que Irene ha demostrado durante todos estos años.
Fue precisamente ese esfuerzo sostenido lo que llevó a Arús a una conclusión clara: "Ella ha aguantado muchísimo y, a veces, todo tiene un límite". Una frase que sintetiza el sentir de muchos espectadores que han visto en Irene el papel de compañera incondicional, siempre a la sombra de los focos pero enfrentando con entereza las turbulencias que rodeaban a su marido.
A pesar del eco mediático, la separación se ha gestionado con una sorprendente discreción. Tanto Kiko como Irene han dejado claro que sus hijos seguirán siendo la prioridad absoluta. Para quienes han seguido su historia, desde aquel enlace en 2016 en la Hacienda de los Parrales hasta la reciente Primera Comunión de su hija Ana, la noticia no deja de ser un desenlace amargo de una relación que parecía haber sobrevivido a todo.
Lo cierto es que, aunque el fin del matrimonio pueda no resultar "sorprendente" para algunos, como apunta Arús, no deja de conmover la imagen de una familia que, hasta hace tan solo unas semanas, compartía momentos de aparente normalidad bajo el sol de Menorca.
✕
Accede a tu cuenta para comentar