Por fin Nicolás Vallejo-Nágera, más conocido como Colate, ha conseguido que un tribunal de familia de Miami le dé la razón. El hijo, de catorce años, podrá pasar el verano con su familia española. En dicha resolución, Paulina Rubio, madre del menor, deberá acompañarle hasta el campamento donde está matriculado. Y una vez que finalice la estancia, también estará obligada a recogerle en el mismo lugar.

Esta ha sido al menos la decisión de la ultima comparecencia de los progenitores. No han tenido que encontrarse físicamente, pero sí a través de una sesión telemática, según se ha relatado en «Crónica Rosa», espacio del corazón del programa radiofónico de Federico Jiménez Losantos. En principio, iba a durar solo media hora, pero, al no estar de acuerdo, la comparecencia se alargó dos horas.

Los informes psicológicos que se le hicieron al menor para este nuevo enfrentamiento judicial demuestran que el hijo de Colate lo está pasando mal. El dictamen ratifica lo que ya había solicitado desde hace tiempo el empresario y colaborador televisión. La petición resulta totalmente lógica y se resume en que se escuche al hijo que tienen en común.

El padre, que esta vez prefiere no hablar, sí contaba hace un tiempo a quien esto firma que «lo único que pedimos es que Nico pueda estar con su familia española, con mi madre, con sus tíos, con sus primos a los que adora. Nada más. Creo que es una petición justa». Y no quiso aclarar más porque, según dice, «todo lo que diga lo utiliza luego en mi contra. Yo solo quiero protegerlo».

Llama la atención que la cantante no facilitara ese encuentro hace un mes, cuando ella viajó a La Rioja para participar en el Festival Gran Reserva de Calahorra, el 20 de junio. «Lo normal habría sido que el chico la acompañara y pudiera pasar unos días con su familia paterna, pero en cambio le dejó solo en Miami. En cuanto Colate lo supo por una llamada del hijo, se trasladó a Miami para estar con él», nos cuentan.

Alto coste personal

Los desencuentros entre la expareja han sido numerosos, a pesar de que el empresario siempre mantuvo una postura en beneficio de su hijo. Desde el divorcio, tomó la decisión de trasladarse a vivir a Miami para poder vivir el día a día con el niño. Consiguió la custodia compartida, pero cada cierto tiempo tenía que acudir al juzgado por una demanda de la cantante.

«Ha sido y es un camino muy complicado y con un coste personal y económico muy alto», contaba en su momento ante la trigésima (o más) demanda de Paulina. Ahora, como ya hemos dicho, prefiere esperar a que el tiempo y la justicia solucionen un asunto que no beneficia en absoluto al hijo, que cumplió el pasado noviembre 14 años. Lo que pide es que se escuche al joven y pueda dar su opinión. La madre dijo en sede judicial, atacando al empresario, «creo que está programando a Nico».

Precisamente, los informes profesionales del juzgado son los que han servido para demostrar entre otras cosas que el muchacho tiene ansiedad por la situación que vive desde hace años. «Está viviendo el peor año de su vida», explicó el padre. Además de esta resolución para que el menor pueda viajar a España, hay pendientes dos investigaciones que se encuentran en proceso de instrucción. Tienen que ver con un altercado que sucedió en mayo pasado entre madre e hijo y que presenció la cuidadora. Al escuchar los gritos, se puso en contacto con la policía y los agentes, a su vez, contactaron con la tutora legal del menor. Es una figura obligatoria en Estados Unidos cuando se trata de asuntos relacionados con la custodia de menores. El juez, a raíz del episodio, dictaminó una terapia familiar con su hijo.

Paulina continúa su «guerra»

La artista mexicana no se da por vencida en esta batalla judicial que dura ya más de diez años. Su última acción ha sido interponer una denuncia ante la Corte de Florida acusando a Colate Vallejo-Nágera de secuestro del hijo en común, al que lleva sin ver desde hace un mes. Paulina ha solicitado una audiencia de emergencia para que le «devuelvan» a su hijo de inmediato. Acusa a su exmarido de mantenerle retenido en España, donde, según dice, le tiene «marginado». Además de Nico, la cantante, de 53 años, es madre de otro hijo, Eros, producto de su relación con Gerardo Bazúa, un cantante sinaloense a quien conoció en 2012. Iniciaron una relación y, cuatro años después, nació su único hijo en común. En 2018, se separaron oficialmente, repitiendo con él las mismas disputas legales por la custodia y manutención.