Amigos, familia, sol y playa: el renacer griego de Cari Lapique tras su verano más difícil

El verano pasado fue especialmente devastador para Cari Lapique, que sufrió una trágica sucesión de pérdidas muy dolorosas. El 7 de agosto de 2024, falleció su esposo, Carlos Goyanes, de 79 años, mientras dormía en su casa de Marbella. Apenas 19 días después, el 26 de agosto de 2024, su hija Caritina Goyanes, de tan solo 46 años, murió de un infarto mientras descansaba en la misma ciudad de la Costa del Sol.

El dolor continuó al inicio de este año. El 10 de enero de 2025, su hermano Manuel Lapique, de 70 años, falleció tras una larga enfermedad. Tres pilares de su vida que se fueron en menos de seis meses, sumiendo a Cari y su familia en un profundo duelo, al que solo han podido hacer frente con el amor mutuo, el apoyo de amigos cercanos y su extraordinaria fortaleza.

El renacer griego de Cari Lapique

Pese a los duros baches con los que la vida la ha golpeado, Cari Lapique no se doblega ante la pena y se muestra decidida a seguir adelante, valiéndose de la compañía de sus seres queridos para mitigar, en parte, el dolor que arrastrará de por vida.

La socialité disfruta estos días de unos días de desconexión en Grecia junto a buenos amigos y familiares, como su hermana Myriam, cuyo vínculo se ha visto fortalecido desde que tuvieron que enfrentarse a las pérdidas irreparables. Si cabe, son más inseparables que nunca.

Han disfrutado del lujo de una fascinante villa en la que destaca una imponente piscina infinita con vistas al Mediterráneo. También han aprovechado las horas en las que el sol menos apretaba para pasear por el pueblo y descubrir sus maravilloso rincones.

No han faltado los paseos en barco, todo un imprescindible en los veranos de la high class. Planes divertidos que han permitido a Cari y Myriam Lapique evadirse ante el primer aniversario de la muerte de Carlos y Caritina.

Tan discreta como siempre, Cari Lapique no se ha pronunciado públicamente sobre el complicado momento que atraviesa, pero no pudo evitar emocionarse en el funeral de Francisco de Borbón y Escasany, cuando la prensa le envió todo su cariño. “Muchas gracias”, dijo con la voz entrecortada.

Se espera que tanto ella como el resto de la familia pasen parte del verano en Marbella, la ciudad en la que tan buenos recuerdos guardan pero que nunca volverán a ver de la misma forma desde el agosto pasado.