Ana Obregón, indignada con Jorge Javier Vázquez, que la tacha de “sacarse de la manga una nieta para seguir facturando”

Desde el entorno de Ana Obregón nos llega el enfado monumental de la presentadora y actriz tras ver como Jorge Javier Vázquez la ataca duramente desde su blog de la revista Lecturas. Ana ha puesto el grito en el cielo y desmiente rotundamente al badalonés, que la acusa de “sacarse de la manga una nieta para seguir facturando”. Ya lo aclaró hace unos días en un plato de televisión: “no he comprado una nieta, la he heredado”.

Vázquez, además, enciende aún más si cabe a la Obregón con frases tan humillantes como “ha pronunciado tantas mentiras que su mente está más preocupada en no contradecirse que en expresarse en libertad”, o “pertenece a esa clase de gente que cree que todo se puede comprar en la vida por dinero”. Píldoras que parecen cargadas de resentimiento por algún desencuentro del pasado entre ambos.

La realidad es que Ana se pregunta, nos dice una de sus mejores amigas, “por qué ese hombre la intenta humillar de una forma tan rastrera. Ana ha conseguido que se haga realidad el sueño que no pudo conseguir su hijo, y ama a la pequeña Anita por encima de todas las cosas. Es una abuela ejemplar y se desvive por su niña. No viene a cuento la gacetilla de reproches que le lanza ese personaje. Su única intención es hacer daño”.

Pero ha conseguido, en parte, que Ana se lleve un berrinche inesperado.

Cuando llegó a sus manos la revista y leyó la sección de Jorge Javier su primera intención fue pedirle explicaciones, pero sus íntimos le recomiendan que no se meta en berenjenales ni propicie un enfrentamiento mediático innecesario.

“Ella tiene la conciencia muy tranquila”, manifiesta otra fuente cercana a la presentadora, “y no tiene que dar explicaciones a un señor que solamente busca hacer el mal a costa de un hecho tan maravilloso como traer una nueva vida al mundo. Los que conocemos bien el asunto sabemos perfectamente que Aless le pidió a su madre que cumpliera su sueño, ya que él ya estaba demasiado enfermo y no podía acometer tamaña empresa”.