A punto de cumplirse un mes desde que se hizo público que Anabel Pantoja y David Rodríguez estaban siendo investigados, el proceso sigue su curso y, a diferencia de lo publicado en las últimas semanas, parece lejos de encontrar un final próximamente. Se trata de un procedimiento largo en el que deben examinarse minuciosamente todas y cada una de las pruebas recabadas, con el único fin de asegurar el bienestar de la menor.

Mientras, los padres intentan seguir con su vida y en las últimas semanas han sido vistos realizando todo tipo de quehaceres, sobre todo en el caso de David Rodríguez, que ha salido de casa en varias ocasiones para atender citas profesionales.

Pantoja es de las privilegiadas que pueden trabajar desde casa la mayor parte del tiempo. Su principal fuente de ingresos se basa en la creación de contenido, y aunque durante un tiempo estuvo muy alejada de sus redes sociales -mientras su hija permanecía ingresada en el hospital-, poco a poco ha retomado la actividad.

Comparte imágenes y vídeos de todo tipo, desde algunos de los momentos felices que vive junto a su hija hasta, como hoy, las secuelas que todavía está sufriendo tras el parto. “Después de dar a luz, mi nueva rutina”, dice la influencer junto a una fotografía en la que muestra un montón de pelo caído. Una desagradable consecuencia que muchas veces se produce tras el parto pero que no significa nada comparado con todo lo bueno que ha supuesto para Pantoja convertirse en madre.

La Clínica Mayo explica así este fenómeno: “Durante el embarazo, los niveles más elevados de hormonas hacen que el pelo crezca más rápido de lo que se cae. Como resultado, tienes más pelo en la cabeza. Sin embargo, pierdes más pelo del que te crece por hasta cinco meses después del parto. Esta caída del pelo se detiene con el tiempo”.

En los últimos días, expertos en redes sociales han comentado en varias tertulias que a Pantoja podría no convenirle demasiado publicar cualquier tipo de contenido que esté mínimamente relacionado con su hija, teniendo en cuenta que se encuentra en plena investigación y que cualquier imagen, vídeo, comentario o detalle podrían ser utilizados como prueba.

Pero Anabel hace caso omiso y está empeñada en demostrar a sus más de dos millones de seguidores de Instagram que su vida sigue con normalidad y que nada ni nadie aguarán el feliz momento que está viviendo desde que su hija llegó al mundo.