Antonio Canales, acusado de inquiocupación, reconoce que no paga la luz ni el agua a su casera: esta es su deuda

Tras unos años alejado de la opinión pública, Antonio Canales vuelve a estar en boca de todos por razones que nada tienen que ver con su carrera sobre los escenarios. El artista ha sido acusado por su casera de no haber pagado los últimos siete meses de suministros, además del último de alquiler de la vivienda en la que se estableció hace tiempo, un señalamiento como inquiocupa que, por supuesto, él niega con contundencia.

Asegura que los pagos del alquiler sí se han efectuado, pero en efectivo, por lo que no puede demostrar las transacciones. Además, acusa a su casera de tenerle de inquilino sin contrato de arrendamiento, una afirmación que no parece casar con la verdad, teniendo en cuenta que una periodista del programa “Vamos a ver” asegura haber visto con sus propios ojos el documento.

“Llevo aquí más de diez años viviendo y claro que estoy pagando”, se defiende el bailaor, sorprendido por las acusaciones a las que debe hacer frente y con evidente nerviosismo y premura “porque me tengo que ir a trabajar”. El montante ascendería a unos 5.000 euros de deuda, una cifra que Canales califica de “locura”.

Sin embargo, y seguramente presa de los nervios, el artista sí termina reconociendo que no ha pagado los gastos de los suministros a su casera “porque están a su nombre”, asumiendo que se trata de costes que debe asumir la propietaria de la vivienda. “Yo pago religiosamente mi mensualidad correspondiente, pero los suministros son cosa de ella, que para eso es la casera, ¿no?”.

Una confusión que podría salirle muy cara a Antonio Canales, puesto que la Ley de la Propiedad Horizontal es muy clara en este sentido. Es el inquilino el que debe asumir los costes de los suministros tales como luz, agua, gas, Internet…; siendo responsabilidad únicamente del casero el coste del alta o baja de esos servicios, así como la cuota de la comunidad.

Antonio Canales insiste en que “no soy ningún ocupa” y se muestra sorprendido al conocer que su casera ha contratado los servicios de una empresa de desocupación para negociar su salida del inmueble. Además, comenta que “yo tengo mi finca en Zamora” y que la de ahora es solo “una casa que tengo de forma pasajera”, cuando se ve obligado a desplazarse por razones de trabajo.

Por su parte, desde la empresa de desocupación señalan que han ofrecido al bailaor abandonar la casa de forma inmediata a cambio de perdonarle la deuda, pero por lo visto se niega a marcharse de la que, según él, ha sido su casa en los últimos “diez o doce años”.