Inicio del juicio

Así han llegado Arancha Sánchez Vicario y Josep Santacana, al juicio por el que se enfrentan a cuatro años de cárcel

El exmatrimonio ha llegado a primera hora de esta martes a los juzgados de Barcelona

A primera hora de la mañana de hoy, 12 de septiembre, Arancha Sánchez Vicario y Josep Santacana han acudido a los juzgados de Barcelona para asistir al juicio por el que se enfrentan a cuatro años de cárcel, por presunto alzamiento de bienes y a pagar más de seis millones de euros de responsabilidad civil. La extenista atraviesa una situación muy complicada económicamente, hasta el punto de afirmar que "saco adelante a mis hijos gracias al dinero que me dejan los amigos".

La tenista, una de las mejores deportistas de todos los tiempos y que llegó a ganar 24 millones de euros entre premios y contratos publicitarios, ha llegado a los juzgados acompañada de una persona de su confianza, que no la ha dejado sola ni un momento. Arancha no se ha parado ante los medios que la esperaban en la puerta y se ha limitado a saludar con un "muchas gracias".

Minutos después y con un aspecto mucho más relajado llegaba su exmarido, Josep Santacana, que sí se ha parado ante la prensa. Santacana ha confesado que afrontaba la jornada de hoy "bien, con tranquilidad" y ha señalado que no se arrepiente "de nada" de lo que haya podido hacer.

Josep Santacana, a su llegada a los juzgados de Barcelona
Josep Santacana, a su llegada a los juzgados de BarcelonaGtres

Sánchez Vicario va a juicio por una deuda de 2009. El Tribunal Supremo confirmó que la tenista debía hacer frente a una multa de 3,5 millones de euros más intereses por evasión fiscal, sumando un total de 5,2 millones de euros. Esta suma debía ser abonada al Banco de Luxemburgo, entidad que tras no poder contactar con la tenista decidió emprender acciones legales contra ella y Santacana.

Se acusa a la pareja de alzamiento de bienes o insolvencia punible ya que Sánchez Vicario no proporcionara una lista de bienes para ser embargados y cubrir la deuda, que llegó a ascender hasta los 7,5 millones de euros. Ante este panorama, el Banco de Luxemburgo optó por la vía penal en 2015, presentando una querella contra la tenista y su exmarido.