Así quiere Alejandro, hijo de María Jiménez, que la recuerden sus fans en el día de su muerte

María Jiménez ha muerto esta madrugada a los 73 años en Sevilla. La artista nos dejaba para siempre arropada por los suyos. Su hijo Alejandro Sancho ha sido el encargado de anunciar la triste noticia a través de un comunicado remitido a Europa Press. Los restos mortales de la cantante han sido trasladados esta mañana al Ayuntamiento de la capital hispalense para despedir a María Jiménez con grandes honores y por todo lo alto. Desde que se abrió la capilla ardiente, centenares de personas anónimas y multitud de rostros conocidos han querido darle el último adiós y rendirle homenaje a una de las artistas más queridas de nuestro país.

Su hijo Alejandro, fiel escudero de la artista a lo largo de toda su vida, ha dado una bonitas declaraciones ante los medios que se agolpaban en la puerta de la capilla ardiente de su madre. A pesar del shock por el fallecimiento de la artista, se encuentra muy agradecido por todas las muestras de cariño que está recibiendo desde que comunicó la noticia de su fallecimiento. Él mejor que nadie sabe cómo era María Jiménez, una mujer de armas tomar, con mucho carácter. Pero sobre todo con muchas ganas de vivir y de celebrar. Por eso, ha hecho una bonita petición a todos la que la querían en estos momentos tan tristes: "Que todo el mundo levante su copa esta noche, brinde por ella y escuchen su música, es lo que yo voy a hacer".

María Jiménez, tal y como ha desvelado Alejandro, ha muerto con dignidad y rodeada de sus seres queridos, después de haber vivido un verano con sus nietos en Chiclana de la Frontera, donde tenía fijada su residencia. La artista volvió a Sevilla hace unos días por unas molestias y para acudir al médico a realizarse unas pruebas." Ella estaba con ganas de estar con sus nietos. Hace cuatro días se empezó a encontrar más débil y muy cabezona no quería ir al médico. Y dos días después, por dentro no podía aguantar más", ha desvelado Sancho en "Espejo Público".

Mañana María Jiménez cumplirá su última voluntad. Su féretro será paseado por las calles de Triana en un carruaje de caballos hasta la iglesia de Santa Ana, lugar en el que tendrá su misa funeral. En el mismo vehículo, dará su último paseo por su barrio hasta llegar al cementerio de San Fernando, donde será enterrada junto a su hija en el panteón familiar.