
Triste desenlace
Así es la residencia en la que ha muerto Encarnita Polo, investigada por la policía
Se sospecha de una muerte violenta. Entramos en la residencia Decanos de Ávila para conocer mejor dónde ha pasado sus últimos años la artista

La Policía Nacional ha decidido abrir una investigación para determinar qué le ha sucedido a Encarnita Polo. La artista ha fallecido este viernes 14 de noviembre a los 86 años. Tras su pérdida deja un profundo dolor, pues su familia está destrozada, especialmente por lo inesperado del suceso. Uno en el que las autoridades sospechan que podría tratarse de una muerte violenta, en la que la naturaleza no ha jugado un gran papel. De ahí que ya se haya puesto a trabajar a la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Ávila.
En el punto de mira está la residencia Decanos de Ávila. Desde la agencia EFE se informa de una primera hipótesis que manejan las autoridades. Al parecer, otro residente podría haberle causado la muerte a la intérprete del mítico ‘Paco, Paco, Paco’. Desde la familia han preferido no hacer alusiones a los motivos del deceso, limitándose a anunciar su dura pérdida y pedir intimidad para afrontar el duelo y la investigación: “Con un dolor inmenso quiero comunicar que mi madre, Encarnita Polo, ha fallecido hoy en Ávila, la ciudad donde vivimos y donde pasó sus últimos años rodeada de cariño”, destaca antes de ensalzar su figura como artista y como madre.
Así es la residencia donde ha muerto Encarnita Polo
La residencia Decanos de Ávila está siendo objeto de análisis en estos momentos. Se investiga la posibilidad de que uno de los internos haya provocado la muerte de manera violenta de una de sus residentes más icónicas. Desde el centro de ancianos en el que pasaba sus últimos años Encarnita Polo valoran que “el bienestar empieza por recibir los mejores cuidados”, como así reza en su página web oficial. Aquí presumen de “unas instalaciones abiertas y luminosas equipadas y adaptadas para el bienestar y el confort”.

A pesar del susto que se han llevado este viernes, prometen “garantizar una atención individualizada para personas de la tercera edad”, lo que consiguen mediante “unidades de convivencia independientes” para que “el equipo de profesionales pueda ofrecer cuidados personalizados con el fin de mejorar la autonomía personal y la calidad de vida de los residentes”. Su equipo está especializado en distintos tipos y grados de demencias y deterioros cognitivos y físicos, así como profesionales de la salud y de la psicología para ofrecer un plan integral de cuidados.
En la residencia de Encarnita Polo se promovía un entorno activo con actividades de ocio que favorecen la socialización. Con ello ofrecen desde actividades religiosas, hasta las habituales sesiones de bingo o excursiones y paseos por las inmediaciones. Y es que la residencia está rodeada de una zona ajardinada de más de 10.000 metros cuadrados. Además, incluye un gimnasio y una zona de rehabilitación, así como una sala multisensorial para estimular a los residentes.

En palabras de la directora: “Hacemos de nuestra residencia un hogar para las personas mayores. Nuestra base es el respeto, el cariño, la atención individualizada, la incorporación de la familia, el trabajo en equipo y la importancia a sentirse estimulado, acompañado y útil cada día”. Encarnita Polo se sentía protegida aquí, quizá no era su lugar favorito, como así le confesó a LA RAZÓN, pero entendía que era lo mejor para estar cuidada cerca de los suyos: “Me vine para vivir cerca de mi hija, pero la verdad es que no me adapto a esta ciudad, no me termino de habituar. Pero bueno, la vida es mucho más barata que en Madrid y eso es algo a tener muy en cuenta. Y estoy cerca de mi familia”, aseguraba.
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