Amor a tercera vista
La boda relámpago de Santiago Cañizares en Valencia tras seis meses de noviazgo
Un flechazo digital convertido, en tiempo récord, en una boda celebrada hoy en Valencia

Hay historias que parecen escritas con la inmediatez de un guion romántico, de esos en los que el amor entra sin pedir permiso y lo cambia todo. La de Santiago Cañizares y Noemí pertenece exactamente a esa categoría: un flechazo digital convertido, en tiempo récord, en una boda celebrada hoy, 14 de noviembre, en Valencia. El exportero del Valencia CF, de 55 años, ha vuelto a vestirse de novio -por tercera vez- convencido de haber encontrado a una mujer "extraordinaria". Y lo dice con esa mezcla de serenidad y entusiasmo que solo se tiene cuando la vida vuelve a sorprenderte.
Su historia comenzó en mayo, entre pantallas y conversaciones como las de cualquier pareja moderna. "Como todo el mundo se conoce hoy en día", confesaba él con naturalidad. En septiembre, en El Partidazo de COPE, donde colabora habitualmente, ya no podía ocultar su alegría: "Me caso en mes y medio con una extraordinaria mujer que se llama Noemí". Lo suyo, admitió, fue un golpe de emoción en toda regla. "Nos ha pegado un poco fuerte y no hemos querido que se nos haga tarde". Y así, sin titubeos, decidieron dar un paso que otros tardan años en atreverse a contemplar.
Corazón herido
Quizá esa urgencia vital tenga explicación en los meses que precedieron al encuentro. En abril, Cañizares atravesaba una ruptura devastadora con quien describía como "su mujer", una separación que lo dejó profundamente tocado: seis kilos menos, incertidumbre y un desgarro emocional evidente. "Las cosas del amor son muy difíciles", relató entonces en Radio Marca. Pero justo ahí, cuando parecía que Cupido se había tomado vacaciones indefinidas, apareció Noemí, una joven catalana de Calella de Palafrugell, dispuesta -sin saberlo- a reconstruir un corazón herido.
El exguardameta no llega a este nuevo capítulo con el cuaderno en blanco: ha estado casado dos veces, es padre de siete hijos y ha atravesado momentos luminosos y también desgarradores. La pérdida de su hijo Santi, de solo cinco años, en 2018, marcó profundamente su vida y la de Mayte García, su segunda esposa. Aquel dolor, que durante un tiempo los unió, terminó por separarlos. En 2021 anunciaron su ruptura de mutuo acuerdo.
Con todo ese pasado a cuestas, el "sí, quiero" que pronuncia ahora tiene un aura distinta. Es menos ingenuo, más consciente. Y, pese a ello -o precisamente por ello-, más firme. Valencia, la ciudad donde vivió sus mejores años deportivos, es el escenario elegido para esta tercera oportunidad. No hay azar en ello: Cañizares es historia viva del club ché, un ídolo de Mestalla y un enamorado eterno de la capital del Turia. Allí, donde tantas veces defendió la portería con épica, ahora defiende su futuro sentimental.
Su vínculo con el Valencia CF es tan profundo que incluso ha protagonizado anécdotas hilarantes. En Tiempo de Juego (COPE), un oyente le preguntó si cancelaría la boda si Peter Lim, máximo accionista del club, decidiera venderlo. Su respuesta fue tan impulsiva como leal: "Sí". Luego, entre risas, matizó que lo haría como gesto social hacia la afición. Una bravata simbólica que confirma lo que ya se sabe: Cañizares nunca ha dejado de sentirse parte del club.
Este verano, refugiado en la Costa Brava junto a Noemí, recuperó la luz. Paseos frente al mar, fotos espontáneas, complicidad sin prisa y sin dudas. Fue un prólogo cálido para la boda que hoy celebran en Valencia, un enlace íntimo pero cargado de significado.